Contundente robo en una casa de fiestas: se llevaron 28.000 dólares y 150.000 pesos

Ocurrió en 32 entre 151 y 152. Los ladrones actuaron con certeza y rapidez. Huyeron con electrodomésticos y una importante suma de dinero. Sospechan que el dato del efectivo que guardaban en la vivienda podría haber sido brindado por allegados a las víctimas 

Como si se tratara de una serie norteamericana, dos ladrones ingresaron a una vivienda ubicada en 32 entre 151 y 152 con la certeza de que allí iban a dar un gran golpe. 

Todo se desarrolló ayer en el  barrio San Carlos, cuando Alfredo, de 67 años, se encontraba junto con su mujer, María (43), en la habitación del domicilio ubicado al lado de una casa de fiestas de la cual la pareja es propietaria. Allí fueron sorprendidos por dos delincuentes armados y con los rostros tapados. Luego de maniatarlos, se alzaron con una cuantiosa suma de dinero en efectivo, además de llevarse elementos de valor.

Las víctimas fueron atadas mientras los delincuentes revolvían el lugar, donde lograron sustraer 28.000 dólares, 150.000 pesos y hasta una escopeta. Por la rapidez y por la certeza con la que actuaron, se sospecha que alguien allegado a la pareja pudo haber brindado el dato, ya que el dinero que guardaban provenía de las recaudaciones y de las ventas de un auto de alta gama y tractores.

La mujer del dueño logró salir con los pies atados luego del asalto y pidió ayuda a un vecino, quien dio aviso a la Policía, aunque ya era tarde. Los delincuentes habían huido con el botín y solo dejaron por el camino un microondas que fue incautado por personal policial para llevar a cabo las pericias correspondientes y tratar de obtener alguna huella.

El relato de la víctima

Este medio, junto a la Red 92, se hizo presente en el lugar para dialogar con las víctimas. Fue Alfredo quien tomó la posta y aseguró: ”No sé cómo, pero llegaron hasta la pieza. Me ataron, me pusieron un revólver en la cabeza y se llevaron la recaudación, plata de la gente, dinero de un Mercedes y unos tractores que vendí”.

Más allá del robo, la pareja quedó asustada por la certeza con la que actuaron los ladrones, de quienes pudieron brindar pocas descripciones debido a que estaban con la cabeza tapada.