“Me pedían plata sin parar de pegarme”

Eso le comentó a Trama Urbana el peluquero asaltado brutalmente en su comercio de 22 entre 80 y 81. La víctima fue atacada por dos ladrones que se hicieron pasar por clientes. Luego de escapar con dinero de la recaudación, se tirotearon con la Policía pero no pudieron ser detenidos

El peluquero que sufrió una brutal golpiza en las últimas horas a manos de dos delincuentes armados fue dado de alta y pudo regresar a su vivienda. Como adelantó este medio en exclusiva, los implicados  ingresaron a su local ubicado en Altos de San Lorenzo y, tras atenderse, lo atacaron para robarle el dinero de la recaudación. Al huir, los sospechosos se tirotearon con un policía que se encontraba como seguridad de una carnicería, a una cuadra del lugar. Según fuentes oficiales, los malhechores lograron escapar y su paradero es aún un misterio.

El traumático episodio se dio alrededor de las 19.30 del pasado miércoles, en un negocio emplazado en calle 22 entre 80 y 81, propiedad de Roberto Gómez (58). En diálogo con Trama Urbana, el hombre explicó: “Vinieron dos muchachos jóvenes, uno de ellos se atendió mientras que el otro se sentó en la puerta a esperar. Luego de atenderlo y querer cobrarle, sacó un arma y me empezó a pegar culatazos en la cabeza y en el rostro mientras me pedía plata”.

Segundos más tarde, el cómplice, que hasta ese momento se mantenía al margen, entró en escena y ambos comenzaron a amenazar a Gómez para que les diera dinero, pero también para acceder a su vivienda, la cual se encuentra conectada a la peluquería por una puerta.

“Uno de ellos me golpeó directamente, sin mediar palabra. Me insultaban y me decían dame la plata, sin parar de pegarme. Pero lo peor fue cuando notaron la puerta que lleva a mi casa. Ahí se pusieron como locos porque querían ingresar. Me preguntaban quién estaba y yo les dije que no había nadie. Y ahí se puso peor la situación, porque fue cuando más me lastimaron, me rompieron la cabeza y luego me tuvieron que dar once puntos de sutura”, aseguró el damnificado.

La huida

Antes de irse, los asaltantes destrozaron el espejo del lugar e intentaron hacerse con la máquina de cortar pelo de Roberto: “Se la querían llevar, pero yo la agarré y les dije que no. Por suerte no me la robaron, porque sin ella es lo mismo que la nada. Es mi herramienta de trabajo. Todos sabemos cómo está la situación actualmente y lo complicado que es perder los elementos con los que trabajás todos los días”.

Una vez en la calle, los delincuentes emprendieron la fuga a pie pero, ante el pedido de auxilio por parte del peluquero, un oficial que se hallaba a una cuadra prestando servicio en una carnicería acudió de inmediato a socorrerlo. De esta manera se trenzó en un enfrentamiento a tiros, pero nada pudo hacer para detener a los agresores. Sin embargo, a pocos metros de allí se encontró el revolver calibre .22 utilizado por uno de los ladrones y una vaina servida.

Minutos después, el personal de la comisaría Octava, al mando de Carlos Prieto, asistió al damnificado y lo trasladó de inmediato al Policlínico San Martín, donde le realizaron las curaciones correspondientes. Tras quedar en observación por algunas horas, fue dado de alta durante la madrugada y pudo retornar a su vivienda. “Me habían robado con anterioridad pero nunca con tanta violencia. Esta vez me dieron una paliza bárbara”, finalizó.

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