“Mejor que estés muerta, así no me delatás”

Eso dijo el menor de 17 años detenido por haber intentado matar a una jubilada en su casa de 21 y 54, aunque la víctima estaba viva. Detalles exclusivos

Mientras Analía Giusti, la jubilada de 61 años que fue brutalmente atacada por el hijo del pintor que trabajaba en su casa, se recupera en el Hospital, su atacante continúa detenido y quien todavía no puede salir del estupor es el padre del menor, quien dialogó con Trama Urbana de manera exclusiva. 

Ramón atendió el llamado de este diario y contó cómo fueron los hechos, tirando a la borda versiones que circularon en las últimas horas: “es mentira que a mi hijo lo entregué yo o que la Policía allanó mi casa; lo agarraron en su puesto de trabajo de calle 44 (entre 4 y 5, tal como publicó diario Hoy en su edición de ayer)”. 

Dijo que él se enteró del gravísimo episodio cuando estaba cumpliendo con sus funciones y lo llamó a su celular Daniel, el esposo de Analía: “atendí y empezó a preguntarme dónde estaba mi hijo, porque lo iba a matar”. Le repitió esa frase varias veces, y recién al rato Ramón pudo entender lo que estaba pasando. 

Sobre el accionar del menor de 17 años que cortó la tráquea de la  mujer en la casa de esta, ubicada en 21, 54 y 55, durante el mediodía de anteayer, dijo que “no sé qué se le pasó por la cabeza, no lo puedo entender y esto me tiene muy mal: no quiero comer ni seguir aceptando empleos”, contó el pintor, que llevaba “unos cinco meses trabajando para la familia. Primero me convocó Daniel y luego estuve arreglando una pileta en la casa de su consuegra, porque generamos una buena confianza”. 

Le enseñó a leer

Durante esos trabajos llevó a su hijo, quien lo ayudó en la tarea. El joven, de hecho, inició “una buena relación con Analía: no sabía escribir ni leer y ella le enseñó. Ella le daba plata para que fuera a comprarle cosas, le regaló un equipo de música y lo aconsejaba. Es una señora muy buena, un pan de Dios”. 

El hombre confirmó la versión policial que indica que la víctima, luego de ser atacada con el destornillador, “simuló estar sin vida”. Una vez tirada e inmóvil, el adolescente la vio y dijo: “mejor que estés muerta, así no me delatás”. 

Cometido el hecho, el agresor se fue sin robar nada luego de no haber podido sacar el auto de la damnificada del garaje y tras haber dejado acumulada una cantidad de objetos de valor para llevarse. Gracias al aporte mismo de Analía, la Policía dio con él. 

Actualmente se encuentra alojado en la comisaría Quinta, donde Ramón le llevó “frazadas y otras cosas, aunque no lo pude ver. Recién el domingo tengo visita”.