Motoqueros balearon a un inspector de Control Urbano

Un compañero suyo también fue agredido por una banda en la zona del Bosque. Al inspector le dispararon en 3 y 51, tras una persecución. Los agresores, libres

En épocas donde la vida no vale nada y los delincuentes no tienen aprecio por la propia, situaciones tan lamentables como estas dejan de sorprender. En el último mes se produjo una serie de ataques contra inspectores de tránsito, no solo en nuestra ciudad, sino también en el Conurbano, la Provincia y otras regiones. Y este fenómeno tan repudiable se repitió durante la madrugada de ayer, en la zona del Bosque. 

Fuentes policiales informaron que personal de Control Urbano se encontraba de recorrida en la camioneta número 24, “realizando un operativo de motos”, en el mencionado lugar. Pero, lejos de que las cosas funcionen como pretendían, fueron sorprendidos por una banda de motoqueros, integrada por al menos cincuenta individuos.

“Comenzaron a arrojar improperios y, después, a lanzar patadas contra el móvil. Los agentes decidieron retirarse para no confrontar porque estaban en clara desventaja, pero fueron perseguidos”, le relató a Trama Urbana un jefe de la fuerza. 

Durante la huida, uno de los hombres a bordo de una moto efectuó al menos una detonación, en 3 y 51, que impactó en la zona izquierda de la espalda del empleado municipal, identificado como Mariano Sala, de 35 años. “Al principio sintió un ardor pero no le prestó atención. El ruido de cortes de las motos era terrible”, amplió el vocero. 

Cuando los atacantes se alejaron, los trabajadores notaron un agujero en la carrocería del coche del Municipio, compatible con el de arma de fuego. “El proyectil quedó alojado en el asiento donde iba la víctima”, detalló la fuente. El herido fue trasladado a la clínica Ipensa, donde se comprobó que presentaba una escoriación en la parte trasera del hombro y que su vida no corría peligro. Tras las curaciones de rigor, recibió el alta médica. 

Se iniciaron actuaciones en la UFI número 5 por “abuso de armas y lesiones”, y hasta el cierre de esta edición nada se sabía de los autores del hecho.

Trabajo de riesgo 

El pasado 8 de septiembre se produjo el primer episodio de una seguidilla de hechos violentos en la región en controles de tránsito. Ocurrió en Vicente López, donde un hombre quiso evitar un control de alcoholemia llevándose por encima a las dos agentes que lo habían obligado a detener la marcha. A una de ellas la arrastró 100 metros. 

Dos meses después, las inspectoras de la Subsecretaría de Convivencia y Control Ciudadano, Érica Brascini y Jésica Asame, fueron atropelladas en diagonal 74 esquina 45 por el conductor de un coche de alta gama, a quien le estaban haciendo una multa por haberse detenido frente a una rampa para discapacitados. Tras darse a la fuga en su Audi, se entregó horas después, siendo identificado como Raúl Mansilla, un abogado que trabaja en el estudio jurídico de Fernando Burlando.

Pero la cadena de incidentes no terminó allí. Una semana después, el 17 de noviembre y en San Isidro, una conductora de 64 años atropelló y arrastró 300 metros a un empleado de tránsito, de 33 años, que sufrió una fractura de peroné.

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