Mutilada en Berisso: justicia por mano propia

Los vecinos de la adolescente de 15 años acusada de haber abandonado a su hija de una semana en Villa Progreso quisieron quemar su casa. Detalles exclusivos

Aberrante, indescriptible: son apenas palabras que retratan lo que se está viviendo por estos días en Villa Progreso, el humilde barrio de Berisso donde desde el viernes es todo horror y consternación tras la aparición sin vida de una beba de apenas una semana, mutilada por los animales y alimañas de la zona. 

Trama Urbana recorrió el lugar y habló con la abuela de la madre de apenas 15 años de la criatura abandonada, una nenita a la que dejaron en un zanjón de 125 y 81 el pasado jueves, muriendo de frío entre esa noche y la madrugada del viernes. Desde ese mismo día, los agentes de la comisaría Tercera de Villa Progreso, coordinados por Pablo Orgoñez, de la Jefatura Distrital Berisso, no descansan para descubrir la verdad detrás de la noticia. Por los testimonios de vecinos y otras pruebas que fueron recolectando llegaron hasta los responsables de haber abandonado a la beba y, tal como informó de manera exclusiva este medio en su edición anterior, anteayer lograron cerrar el círculo y notificar en la causa a varios de los autores. 

Colchón con sangre

Para empezar, “Puqui” (como apodan a la adolescente madre de la nena encontrada en el zanjón) fue dada de alta del policlínico San Martín, adonde llegó el lunes y pasó la noche con una custodia. Allí se constató que había dado a luz, y se certificó que las mamas tenían leche. 

Fuentes policiales y judiciales revelaron que ahora “estaría en resguardo de la madre”, aunque María Elena Segura (66), su abuela, dijo que en realidad “está en la casa de su tío de Brandsen, con su padre y sus otras cuatro hermanas”. 

Ahora, en compañía de su madre debido a su minoría de edad, deberá declarar ante la UFI del Joven por el delito de “abandono de persona”. 

Los efectivos habían allanado el lunes a la tarde el domicilio de 125 entre 80 y 81, donde vive. En el lugar se incautó el colchón donde dormía con manchas de sangre que serán analizadas, y hay fuertes sospechas de que “dio a luz ahí”. 

Al ver lo que ocurría, los vecinos se enteraron de lo que había pasado y quisieron hacer justicia por mano propia, incendiando la precaria vivienda. Para que la situación no pase a mayores, se plantó en el lugar una camioneta de Infantería, cuyos oficiales se quedaron hasta las 18 de ayer. 

Alertados del peligro que corrían si decidían permanecer en el lugar, el padre de la adolescente, un cartonero de 35 años, decidió irse hacia la finca de su hermano, en Brandsen. “La familia se llevó todo, salvo algunas pocas cosas. Antes de volver, tienen que pensarlo muy bien”, relató un pesquisa. 

Hipótesis 

“Manejamos dos hipótesis, pero por el momento vamos a resguardarlas para preservar la investigación”, aseguró una calificada fuente policial quien, en off, le contó a este diario las pistas que siguen y que serán publicadas en los próximos días para no entorpecer la causa. 

Sin embargo, lo que trascendió fue que el padre de la adolescente “habría abusado en el pasado de una de sus hijas, que ahora tiene 17 años, pero desconocemos si también violó” a Puqui, sospecha que se está investigando. 

El horror por dentro 

María Elena Segura, abuela materna de Puqui, la adolescente de 15 años que abandonó a su hija de una semana en un zanjón de Villa Progreso, atendió en su casa de 125 y 81 a Trama Urbana para contar en primera persona la pesadilla en la que está inmersa. 

“Estoy mal, muy mal y no puedo creer lo que está pasando. Ni siquiera sabía que mi nieta estaba embarazada. Te digo la verdad, mirándote a los ojos: no lo sabía. Ella es robusta y yo jamás supe lo de la beba”, arrancó. Y siguió, todavía más profundo: “yo la quiero mucho, la extraño y la necesito. Éramos unidas, vivimos en casas pegadas y de vez en cuando venía a tomar mates. Pero no la defiendo. Si es cierto que tiene relación con el abandono de su hija no la apoyo. Yo viví en carne propia lo que es perder un hijo. A mí se me murieron dos mellizas que tuve, cuando eran muy chiquitas y no, no la apoyo”. 

Los vecinos, tras la noticia pública del aberrante hecho, quisieron quemar ayer y anteayer el domicilio de Puqui, pegado al de Segura. “Y también se metieron conmigo. Me amenazan, me dicen que me van a prender fuego a mi también, pero yo agarré un cuchillo para defenderme. Hace dos días que no duermo porque tengo miedo. Cuando me acuesto, es un rato en el sillón, donde llevo la almohada y debajo dejo” el arma blanca “para defenderme”. 

La señora se recupera de un “cáncer de páncreas y muchos me dijeron que me vaya, que es peligroso que me quede, pero no tengo dónde ir. Esta es mi casa, son mis cosas y yo no tengo nada que ver y quiero que dejen de provocarme. Si quieren quemar el lugar, que lo hagan conmigo adentro. Me quedé sola como un perro, porque todas mis nietas se fueron a Brandsen con su padre”. 

Una familia conflictiva 

María Elena contó que su hija (la madre de Puqui) vivió mucho tiempo en el barrio, pero terminó por irse a “Altos de San Lorenzo con su pareja actual luego de pelearse con su marido. Vivían haciéndolo y en una ocasión ella lo apuñaló cuando él empezó a golpearla. Fue en defensa propia. Después de eso se separaron y volvieron, pero ahora hace tiempo que no están más juntos”. Y no dudó en refutar la versión de Leticia Guerreri, una vecina que dijo que “las cinco nenas viven con el padre porque la madre las abandonó”. Segura declaró que su hija, de 32 años, se fue y no se pudo llevarse a las chicas porque “su novio actual no las quiere”. 

Por su parte, una calificada fuente de la fuerza reveló que el motivo de la separación fue que él “abusó de su hija mayor, ella se enteró y lo dejó tras la denuncia”. Justamente la adolescente de 17 años abusada tuvo un hijo, al que perdió “en el Hospital”, según narró María Elena. Si ese hijo fallecido es producto de la violación es una pregunta que nadie supo (ni quiso) responder.    

Para finalizar, Segura hizo mención del novio de Puqui: “es un chico de 18 años que vive en la zona. Hacía casi dos años que estaban juntos”. 

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