Preocupante ola de suicidios en la región

En las últimas horas se ahorcaron dos personas, una en El Mondongo y otra en City Bell. Además, en La Granja, un hombre se disparó en el corazón con una escopeta 

Tras el suicidio de Lara, la adolescente de 15 años que el pasado jueves se pegó un tiro en plena clase de Geografía dentro de un aula del Colegio Nacional, se produjeron en la región otros hechos similares. Ahora, la Justicia platense se encuentra investigando los casos, cuyas víctimas fueron tanto jóvenes como personas mayores, precisaron ayer fuentes policiales. 

Uno de los hechos tuvo lugar cerca de las 8 de ayer en una casa del barrio El Mondongo, ubicada en 65 entre 120 y 121. 

Allí, un jubilado de 75 años dejó una carta en la que, en resumidas cuentas, expresó que no aguantaba más la enfermedad que padecía y pidió disculpas por la decisión, para después colgarse del techo de la finca, por lo cual perdió la vida prácticamente en el acto. 

Fue su mujer quien lo descubrió, al regresar al hogar. Sin embargo, pese a su llamado al 911 y a la rápida intervención del Comando de Patrullas La Plata, a cargo del comisario Ricardo Astopini, nada se pudo hacer por el infortunado, solo constatar el deceso y convocar a los peritos de la Policía Científica. 

Dos casos

El mismo método de ahorcarse con una sábana colgada en el techo fue el que utilizó un empleado de 33 años, quien fue descubierto sin vida por su hermana en una vivienda de 10 entre 474 y 475, en City Bell, pasado el mediodía. 

“La chica intentaba comunicarse y, al no poder hacerlo, fue a la casa de su hermano, a ver qué le pasaba. Allí se topó con el horror”, graficó un pesquisa, y aseguró que “no sabían nada del muchacho desde el pasado domingo, cuando hablaron por última vez”. 

Con la presencia de los uniformados, se retiró del lugar a todos los familiares del fallecido y luego los expertos de la Policía Científica llevaron a cabo las tareas de rigor, para dilucidar las causas del hecho. 

Por el momento, la Fiscalía Penal en turno caratuló ambas causas como “averiguación de causales de muerte”, y ordenó las correspondientes operaciones de autopsia, para descartar cualquier duda que pueda surgir. 

En tanto, el sábado se había quitado la vida un individuo de 56 años, en su residencia de 143 entre 519 y 520. “Se sentó en una silla en el fondo de la finca y se disparó a la altura del corazón con una escopeta”, explicó un jefe de la fuerza, quien añadió que el hombre “dejó una carta en la que manifestó que tomó esa decisión porque padecía un cáncer terminal”. 

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