Preparaban un asado y fueron sorprendidos por dos asaltantes

Ocurrió en Gonnet, mientras un grupo de amigos se reunía para cenar. De pronto, escucharon ruidos y comprobaron que dos extraños habían ingresado a la casa saltando un portón. Les robaron dinero, celulares, y botellas de cerveza

Juan no vive con sus padres pero les había preguntado si podía hacer un asado con sus amigos la noche del sábado en la casa familiar de 20 entre 510 y 511, aprovechando la pileta y el parque, en un día de el calor. Su madre, Lidia, respondió que no había problema y le propuso a su marido salir a cenar para dejarlos solos. Sin embargo, cerca de las 21.30, y a punto de preparar la comida, los ocho amigos de Juan se sorprendieron por la presencia de dos visitantes que nadie conocía ni esperaba. 

“Para mí, aguardaron a que nos fuéramos con mi marido, estaban esperando para saltar por el portón y entrar a la casa. El tema es que no se imaginaban que en el fondo estaría mi hijo con sus amigos. Los dos delincuentes se sobresaltaron, pero por suerte nunca se violentaron. Encerraron a los chicos en el baño y empezaron a robarles”, contó Lidia a este diario en la casa donde ocurrió el asalto, mientras se predisponía a cambiar la cerradura de la puerta, dado que los asaltantes se llevaron su llave. 

Según el relato de las víctimas, la dupla de malvivientes estaba compuesta por un joven de alrededor de 25 años y otro aproximadamente diez años mayor que él, quienes saltaron una puerta de madera para entrar al domicilio. Actuaron con un arma de fuego y a cara descubierta. 

“Al parecer, ellos estaban más asustados que los chicos. Uno se quería apurar para irse lo más pronto posible. El otro decía: la plata, dame la plata. Pero mi hijo les explicó que no vivía allí, así que se tomaron el trabajo de revolver todas las habitaciones sin encontrar nada”, narró la mujer.

El robo duró alrededor de media hora. Entre los asistentes, había una joven, y sus amigos la resguardaron de cualquier peligro, aunque los delincuentes no expresaron mayor violencia. “Por suerte no usaron el arma más que para amenazar, pero ni siquiera agredieron verbalmente a los chicos. Fue un mal trago, les robaron los celulares, y plata de la billetera a cada uno. A un pibe le tocó la mala suerte de tener en su mochila  el dinero de su alquiler. Y antes de irse, cuando llegaban otros invitados, se llevaron varias cervezas que estos traían”, siguió relatando Lidia, y bromeó con que el ilícito “fue mas propio  de una película de Federico Fellini que de una de terror”. 

Por último, la vecina expresó una profunda preocupación por diversos atracos en la zona en los meses precedentes. “Hace un tiempo, este lugar estaba liberado, por eso nos organizamos para poner alarmas. Pero llama la atención que los robos volvieron en noviembre del año pasado y con una intensidad que nos atemoriza. A esta zona la llaman La Josefa, pero nadie sabe bien si pertenece a Hernández o a Gonnet. Estamos a la vera de que pase cualquier cosa, sin protección”, concluyó. 

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