Roban 1.800 celulares por día en los transportes públicos

Los casos ocurren en micros, trenes y subtes. Los “pungas” detectan a los pasajeros con teléfonos móviles y se los arrebatan al descender del vehículo. En ocasiones los sustraen desde las ventanas 

Unos 1.800 arrebatos de teléfonos celulares se producen por día en los trenes, subtes y colectivos en el área metropolitana, lo cual se transformó en un flagelo que soportan a diario los pasajeros de los mencionados transportes públicos.

Según se informó, el instante "ideal" para la modalidad delictiva es cuando el tren llega a una estación y se detiene unos segundos para que los usuarios bajen o suban de los coches, para luego arrancar lentamente.

Previamente los delincuentes marcan a las potenciales víctimas y en un segundo "manotean" los equipos, tras lo cual se escapan por los andenes.

La secuencia, que se diversifica en colectivos o subterráneos, se repite unas 1.762 veces cada día, que es el número cotidiano de aparatos robados en la Ciudad de Buenos Aires y alrededores en medios de transporte público.

Estudios sobre la compra de equipos revelaron que cada jornada 

5.873 personas deben adquirir nuevas terminales porque sufrieron robos y de ese total, alrededor del 30 por ciento fueron sustraídos en hechos delictivos registrados en trenes, subtes y colectivos.

El caso de Gustavo Colman

El trágico caso padecido por Gustavo Colman en la estación ferroviaria de Carapachay volvió a instalar la problemática en el debate público y Javier, su hermano, reveló: "Es muy poco lo que reciben las bandas por un aparato. Unos 200 pesos según nos comentaron. Y juegan con la vida de la gente".

En los trenes, además del arrebato cometido cuando la formación se detiene en una estación, también se suman los hechos en que los malvivientes aprovechan que la gente utiliza sus equipos mientras está sentada con las ventanillas abiertas.

"Es muy importante estar atentos en estas situaciones. No perder la atención de nuestras pertenencias. Estar prevenidos es la mejor acción", señaló Néstor Fortunato, especialista en seguridad callejera.

Esta situación se reitera en los colectivos, generalmente en zonas muy transitadas como por ejemplo en Liniers donde hace años que operan las bandas que para robar celulares aprovechan cuando mucha gente sube a un colectivo.

"La gente sube y se sienta. Mientras espera que arranquemos, sacan sus celulares, pero desde abajo saltan a la altura de la ventanilla, tiran el manotazo y se van con los equipos. Tratamos de avisar cuando vemos que andan cerca, porque siempre son los mismos", contó Juan, colectivero de la línea 174.

Por su lado, Luis Vicat, licenciado en Seguridad Pública, señaló que "los robos de teléfonos celulares se mantienen y esto va de la mano del cambio por los llamados teléfonos inteligentes o smartphones que se masificaron".

"El fenómeno se confirma con la presencia en los alrededores de las estaciones de cuevas donde los equipos son liberados en pocos minutos y ofrecidos a la venta, a mucho menor precio", afirmó.