Seguirá detenido

Se negó a declarar el enfermero de Villa Elisa acusado de abuso

Por consejo de los abogados que lo representan, no emitió palabra ante el fiscal. Sus vecinos creen en su inocencia, pero las evidencias en su contra son firmes 

Bernardino Parra, el enfermero de 45 años acusado de haber drogado, golpeado y abusado de al menos tres menores de edad en su casa de Villa Elisa, siguió el consejo que le brindaron los abogados que lo están representando de manera momentánea y se negó a declarar, informaron ayer fuentes judiciales. 

El hombre, apresado durante la noche del lunes en su vivienda de 22 y 421, se sentó en horas de la tarde frente al fiscal Marcelo Romero, quien le leyó sus derechos y la causa que le imputa en su contra, pero optó por mantener la boca cerrada. Ahora, Romero tendrá un mes para analizar el futuro del sospechoso. 

En tanto, el sujeto de 18 años que se encontraba con él durante su aprehensión recuperó su libertad, ya que no había indicios para mantenerlo apresado. 

Los que se manifestaron ayer fueron los vecinos del imputado, quienes no pueden creer lo que pasó y consideran que Bernardino es inocente. 

Eugenia, una de las frentistas, dijo: “Pongo las manos en el fuego por él, porque es una persona muy buena que le dio contención y apoyo a muchos chicos. Los llevaba a su casa, donde jugaban a la PlayStation mientras él tomaba mate y revisaba su computadora. Jamás retuvo a nadie en contra de su voluntad”. 

La señora admitió que Parra tenía elementos pornográficos en su vivienda, como un mazo de naipes y diversos videos, pero negó cualquier caso de abuso. “Mi hijo es amigo suyo y jamás le pasó nada ni me contó nada malo. Él nunca se drogó”. 

Además, aseguró que el acusado es “enfermero, porque trabajó en el Hospital de Niños y en un geriátrico ubicado a seis cuadras de acá. Trató también a la madre de mi suegra y a mí me dio varias veces inyecciones por mi problema de diabetes”. La versión de que cumplió funciones en el Sor María Ludovica durante 29 años fue constatada por este medio.

Como este diario publicó en su edición anterior, al hombre lo encontraron en su finca con dos adolescentes de 14 años y otro de 17, quienes tenían “excoriaciones en brazos y rostro”. Romero sentenció que “hay pruebas para creer que este hombre los acariciaba y les decía que uno de ellos iba a ser su novio. Además, les suministraba medicamentos aprovechándose de sus conocimientos, con la finalidad de corromper su normal desarrollo sexual y abusar de ellos”. 

Por el momento, se lo acusa de “corrupción de menores, abuso sexual, ejercicio ilegal de la Medicina y falsificación y uso de documento público, todos ellos en concurso real”.

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