Seis años del crimen de Martín Miceli: Villa Elisa aún sigue pidiendo justicia

Se cumple un nuevo aniversario de un homicidio que los vecinos recuerdan con angustia. El 6 de febrero de 2011, Miceli fue apuñalado por un hombre en una cantera de dicha localidad. Hace dos años hubo un juicio y el acusado fue condenado, aunque todavía conserva la prisión domiciliaria. Los familiares siguen exigiendo que pase sus días en la cárcel

Martín Silvio Miceli, de 33 años, vivió siempre en el barrio Dumont de Villa Elisa. Estaba en pareja, y compartía sus días en su casa con el hijo de 8 años y la hijita de su mujer. Trabajaba en el corralón Mónaco de Tolosa, hasta que el domingo 6 de febrero de 2011 su vida se interrumpió por un hecho en el que hubo solo un condenado, quien, sin embargo, no fue a la cárcel. Todo el vecindario se paralizó con el crimen.

El trágico suceso ocurrió en el cruce de la calle 429 y diagonal 4, de Villa Elisa, cuando Martín recibió una mortal puñalada tras una discusión con un hombre de 67 años, que lo atacó luego de un confuso episodio. Su hermano tuvo que trasladarlo en la camioneta de un vecino porque la ambulancia nunca arribó al lugar. Cuando llegó al centro de salud, no obstante, ya había fallecido. 

Al asesino lo detuvieron cuando se fugaba y quedó alojado un mes en la comisaría de la mencionada localidad. Luego, lo trasladaron por presuntos problemas de salud al Hospital San Martín. Posteriormente fue llevado a la Unidad de Olmos, donde se quedó una semana, hasta que lo derivaron a su casa.

El juicio 

El 2 de junio de 2015, el Tribunal Oral en lo Criminal nº5 de La Plata condenó a diez años de prisión a Juan Manuel Martín (67), tras considerarlo culpable de haber asesinado de una puñalada en el pecho a Miceli en una cantera de Villa Elisa. Sin embargo, el imputado no fue a prisión y, hasta hoy, continúa con el beneficio del arresto domiciliario concedido durante el proceso de instrucción. 

En el proceso se dio por acreditado que alrededor de las 17 del 6 de febrero de 2011, un hombre discutió con Miceli y, luego de darle varios rebencazos, lo apuñaló con un cuchillo en el pecho, con “la firme intención de causarle la muerte”.

También se concluyó que el autor dejó a la víctima tendida en el suelo y se refugió en una F100 blanca, con tráiler, cargada con animales. En el veredicto se describió que el agresor fue perseguido por un amigo de Miceli, quien no pudo alcanzarlo.

“El atacante ingresó con su camioneta en el batallón 601, donde descargó los caballos y dejó el tráiler”, se señaló. Poco tiempo después, fue detenido. 

“El criminal destruyó a nuestra familia” 

Días después de la condena, Rubén, el padre de Martín Miceli, había dialogado con este diario. “Esta basura se lo llevó. Destruyó a nuestra familia”, dijo aquella vez, en una sentencia que con el tiempo no se revirtió. “Mis padres vivían en Monte Hermoso y tuvieron que volverse por el homicidio. Los destruyeron para siempre”, agregó Leandro, hermano de la víctima. 

Miceli había pasado sus últimos años haciendo repartos en un camión para un corralón. Los ratos libres los disfrutaba yendo a pescar o paseando en cuatriciclo con su hijo. Esa era una de sus pasiones. Y, paradójicamente, la puñalada final lo sorprendió cuando realizaba esa actividad. 

“Era un pibe sano y muy trabajador. Vivía para su nene. En el velorio se vio la cantidad de amigos que lo querían”, había enfatizado su padre. “No tuvo problemas con nadie hasta que apareció ese loco. Es inentendible. Nadie puede explicarse esta muerte absurda”, concluyó el hermano, quien a seis años de la tragedia sigue sin encontrar respuesta. 

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