Tres intentos de suicidio por caso de abuso sexual

Se trata de una adolescente de Berisso que en los últimos días volvió a cortarse las venas, en su casa. Años atrás fue violada por la expareja de su abuela

Cansada de las bromas de sus compañeras y arrastrando consigo la carga de haber sido abusada sexualmente años atrás por la pareja de su abuela, una adolescente intentó quitarse la vida por tercera vez durante las últimas horas en el interior de su casa de Berisso, informaron ayer fuentes médicas. 

Por lo que este medio pudo averiguar, la menor de 14 años se cortó con el filo de un sacapuntas el pasado lunes, dentro de su vivienda. Al ser descubierta por su madre, fue trasladada al hospital Larrain, donde fue asistida por el servicio de pediatría del nosocomio. 

“Las lesiones fueron muy importantes. Estaba muy lastimada, sobre todo en los antebrazos”, narró en exclusiva para Trama Urbana un vocero del centro de salud. Añadió además que “fue la tercera vez que atentó contra su vida: la anterior también se había cortado las venas, aunque con un cuchillo, mientras que la primera vez fue tomando pastillas”. 

En todos los casos fue atendida en el Larrain, “pero de ahí le dan el alta sin hacerle un seguimiento. Solo la curan, aunque necesita tratamiento psicológico y psiquiátrico”. El problema, contó, es que en aquel hospital de Berisso “solo hay psiquiatría para adultos, no para menores”. 

Una historia de terror

La joven llegó a niveles tan extremos luego de haber sido “abusada por su abuelastro cuando tenía 12 años. Él tenía una relación muy cercana con ella y con su familia, de toda la vida. De hecho, era como un verdadero abuelo”. 

Sin embargo, los ataques sexuales son aún más antiguos: “La nena fue tocada por primera vez a sus ocho años. A los 12 fue violada y su madre dijo que hizo la denuncia. En ese momento, el acusado se separó de su abuela, aunque nunca se lo investigó judicialmente ni estuvo detenido. Desde ese entonces, no tienen más trato con él”. 

La fuente consultada explicó que el hombre “aprovechaba los momentos en que se quedaban solos para llevar a cabo sus actos, pidiéndole que se acostaran juntos”. Desesperada, la víctima le contó a sus amigas sobre sus padecimientos, pero todo fue peor porque ellas “empezaron a burlarse, haciéndole bullying. Eso, más el abuso, la llevaron a tomar la peor decisión”.

Por último, la especialista indicó que la damnificada, que continúa internada, “tiene un discurso incoherente, pero no mintió acerca de las atrocidades perpetradas por su abuelastro”. Especificó que “posee un discurso disociado y fragmentado y padece de un trastorno de aprendizaje”. 

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