Escándalo por abusos sexuales en Disney

Con la finalidad de atrapar posibles depredadores sexuales que acechan a niños en el internet, agentes de Estados Unidos llevaron a cabo el operativo en línea llamado Be Mine, donde crearon perfiles falsos de menores de edad para citar a varios hombres en un encuentro sexual y detenerlos antes de que ataquen en un caso real.

En un lapso de siete días, 23 hombres fueron arrestados, de los cuales tres fueron identificados como empleados del parque de diversiones Disney en Orlando, Florida: Patrick Holgerson de 32 años, Joel Torres de 32 y Robert Kingsolver, de 49 años de edad.

De acuerdo a los reportes de varios medios locales, uno de ellos "arregló" un encuentro sexual con una niña de siete años de edad y numerosos cargos, como "solicitar actos sexuales a un niño, viajar para encontrarse con un menor, contribuir a la delincuencia de un menor y procurar a una persona por debajo de los 18 años para prostitución" fueron levantados en contra de estos criminales identificados como pedófilos.

Además, se logró identificar que al menos uno de ellos había sido previamente contagiado por el VIH y de haber existido un verdadero encuentro con un niño, no solamente habría puesto en riesgo su salud psíquica y emocional, sino física también.

En Estados Unidos, fallar en comunicarle a una pareja sexual que se es portador del VIH cuenta como un delito.

 Fotografías de los detenidos, además de varios artículos que llevaban consigo al momento del arresto.Fotografías de los detenidos, además de varios artículos que llevaban consigo al momento del arresto.

La relevancia de esto, radica en lo expuestos que han estado estos hombres al contacto con niños considerando que trabajan para un centro de diversión infantil como Walt Disney World. Problemática que ha sido expuesta anteriormente por los medios.

A finales de la década de los 90, los periodistas Peter y Rochelle Schweizer publicaron un libro titulado "Disney, el ratón traicionado - Avaricia, Corrupción y Niños en riesgo" donde hablaron sobre como Disney estuvo contratando pedófilos ya que la empresa prefirió omitir el presupuesto destinado a investigar el pasado criminal de sus empleados, el cual tendría un costo de $15 dólares por miembro del personal. .

"Si Disney fuera honesto y verificara los antecedentes criminales de sus empleados, estaríamos impresionados al descubrir quienes trabajan en el parque y las razones por las que han sido convictos" declaró años atrás Michael Gibbons, abogado asistente de distrito, cuando las primeras acusaciones en contra de la empresa surgieron.