La ONU y un apoyo que sirve de poco

En la asamblea de las Naciones Unidas, se aprobó una resolución para establecer un nuevo marco regulatorio para la reestructuración de deudas

Durante su discurso de ayer,  la presidenta Cristina Fernández celebró como si fuese un triunfo que la asamblea de la ONU aprobó una resolución para establecer un nuevo marco regulatorio para la reestructuración de deudas. Para Cristina, fue una victoria sobre los fondos buitres

El marco regulatorio que busca Argentina en la ONU pretende fijar normas que impliquen que si la mayoría de los acreedores acepta las condiciones de una reestructuración de deuda ésta debe ser aceptada por la totalidad de los tenedores de bonos.

La Presidenta expresó que "hemos sentado doctrina internacional en la materia, sabemos que muchos de los que se abstuvieron (41) tienen compromisos y en cuanto a los que votaron en forma negativa (11) les digo que necesitamos más palomas y menos buitres".

"Los argentinos tienen que sentirse orgullosos por la convención que se va a elaborar para que se termine de una vez por todas y que nunca más ningún país pase por esto", dijo.

Ahora bien, la mayoría de los especialistas ven que el pronunciamiento de la ONU, hasta el momento, es meramente simbólico y no tendrá efecto inmediato. De hecho, no será la primera vez que las potencias, entre ellas Estados Unidos, que fue uno de los países que ayer votó en contra, hagan oídos sordos a lo dispuesto por las Naciones Unidos si ello va en contra de sus intereses. Los antecedentes proliferan: muchas de las intervenciones militares norteamericanas en Medio Oriente fueron rechazadas por la ONU e igual se pusieron en marcha. Lo mismo sucede con la ofensivas que suele hacer Israel en territorio palestino. Algo similar ocurre con Inglaterra, cuyo  gobierno poco le importa que la ONU haya dispuesto que debe retomar el dialogo con la Argentina por la soberanía de las Islas Malvinas.

Además de EEUU, los otros gobiernos que ayer votaron en contra son: Reino Unido, Alemania, Japón, Canadá, Australia, República Checa, Finlandia, Hungría, Israel e Irlanda.

En definitiva, todo indica que, mientras esté el kirchnerismo en el poder, la Argentina seguirá en default y todos los ciudadanos seguiremos sufriendo las consecuencias económicas de estar aislados del mundo.

Deuda: cada vez más cerca del desacato

El oficialismo obtuvo ayer dictamen en un plenario de comisiones de la Cámara de Diputados para llevar hoy al recinto el proyecto de ley de Pago Soberano enviado por el Poder Ejecutivo, durante una reunión en la que el ministro de Economía, Axel Kicillof, y el secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini, defendieron la iniciativa.

En caso de que hoy se apruebe la iniciativa, el juez norteamericano Thomas Griesa podría concluir que el gobierno K no está dispuesto a cumplir con su fallo de pagarle a los buitres, declarando al país en desacato, lo que generaría aún más la incertidumbre.

En el marco de una reunión conjunta de las comisiones de Presupuesto y Hacienda, de Finanzas y de Peticiones, Poderes y Reglamento de la Cámara baja, todas en manos del kirchnerismo,  Kicillof cargó contra Paul Singer, CEO de los fondos Elliot y NML que litigan contra la Argentina por la deuda no reestructurada, al acusarlo de buscar "una megadevaluación".