Continúa la conmoción por la entradera en La Loma

La empleada doméstica, víctima del ilícito informado por este medio en su edición anterior, comentó los pormenores del violento hecho

"Si colaborás no te va a pasar nada”. Esto fue lo que le dijeron a Maritza Fátima Ríos, la empleada doméstica de 56 años que el pasado viernes fue víctima de una entradera en la zona de La Loma a manos de cuatro delincuentes armados, según contó ella entre lágrimas . Tal como anticipó este medio en su edición anterior, el hecho se produjo cerca de las 16, en una vivienda ubicada en 36 entre 15 y 16, cuando los implicados ingresaron a la casa de una jubilada de 86 años con fines de robo.

“Yo había salido a pagar unas cuentas y al regresar encontré la puerta de entrada un poco trabada. Forcé la ventana, traté de abrirla y justo vi que estaba la llave puesta. Dije qué raro, la abuela debe haber querido salir. Resulta que entré a mi pieza y noté que los perros estaban ahí adentro. Cuando los fui a sacar un tipo me tomó por sorpresa y me agarró por atrás”, relató.

Maritza se encuentra al cuidado de Elsa Rivero (86) desde hace nueve años y, junto con su hermano y su sobrina, viven en el inmueble de la jubilada. Justamente, los malvivientes sorprendieron a su sobrina en la habitación y la amenazaron para que no gritara. Por otra parte, la empleada doméstica aseguró: “Cuando me quise acordar, había cuatro jóvenes metidos acá. Me dijeron que me callara y me llevaron para la cocina. Me hicieron sentar y comenzaron a pedirme plata. Yo les aseguré que no teníamos dinero pero creían que había un gran monto guardado en la casa”.

Efectivamente, lo único que había allí era para los gastos mensuales de alimentos que el hermano de Rivero había dejado. “Les di 8.000 pesos que teníamos para las compras pero nada más. Parece que no les alcanzó porque también se llevaron el televisor de 40 pulgadas y una computadora”, afirmó la víctima.

Minutos más tarde, el hermano de Maritza arribó al domicilio y los malhechores continuaron haciendo de las suyas. “Lo esperaron en la puerta y, cuando entró, uno de los ladrones le apuntó con el arma y después lo golpeó en la cabeza. Lo obligó a tirarse al suelo y le sacó la plata que tenía para pagar un tratamiento odontológico”, aseveró. 

Luego de hacerse con el botín, los delincuentes se dieron a la fuga y, hasta el momento, no pudieron ser identificados a pesar de haber actuado a cara descubierta. La denuncia fue realizada en la comisaría Cuarta de La Plata bajo la carátula “robo calificado”, tomando intervención la UFI en turno. Para finalizar, visiblemente afectada, la mujer explicó: “Yo estoy viviendo a cuenta de mi trabajo, no podemos pagar un alquiler. Somos personas que la peleamos día a día. Es muy triste lo que pasó”.

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