De la protesta a la fiesta

La hinchada colgó las banderas al revés, presuntamente en disconformidad por los hechos de violencia que se registraron en el partido contra Defensa y Justicia. Al final, los simpatizantes celebraron el triunfo del equipo de Pellegrino en 25 y 532

La calurosa tarde en el estadio Ciudad de La Plata se vio infectada de versiones y sospechas vinculadas a nuevos episodios de violencia que finalmente no tuvieron lugar en el centro de la tribuna. 

Minutos después de las 17, el grueso de la gente comenzó a llenar el sector de los pasillos y parte de la cabecera, sumándose a la iniciativa del grupo Los Leales colgando las banderas al revés. 

A priori, esta decisión fue debidamente explicada en un volante en el cual se mencionaba que en esa ocasión “no habría una fiesta” por considerar que lo ocurrido el 23 de noviembre en la tribuna opacó la buena imagen que venía teniendo el público albirrojo en los partidos. Tanto fue así que al grupo denominado “Los Pibes de los bombos” no se le permitió ingresar con elementos de percusión, y cuando el equipo saltó al campo de juego apenas se escuchó un tenue aplauso desde el sector de las plateas. ¿Hay un mensaje subliminal detrás de este comportamiento?

Lo cierto es que en la parte final del primer tiempo se escuchó el cántico “el que no salta es un botón” dejando entrever que en realidad la protesta apuntaba más a no compartir la medida de ampliar el listado del derecho de admisión, que a repudiar la pelea que se gestó en la cabecera en el encuentro contra Defensa y Justicia. 

El resultado del partido, que encontró al Pincha ganando 4 a 2, apaciguó el mal clima del inicio, y los hinchas se fueron celebrando la despedida triunfal, que además le permitió asegurarse un lugar para jugar en el plano internacional en el segundo semestre del 2015.