Barbie Vélez admitió que desde junio recibió golpes

"Viví una pesadilla. Admito mi culpa, yo lo acepté, permití, seguí, me enfermé. Me tuve que haber ido desde un principio de esa relación. El año pasado, pero no me fui. Seguí, oculté", relató entre llantos ante Jorge Rial

La semana pasada había sido el turno de Fede Bal. Y ahora le tocó a ella, quien brindó un mano a mano a Jorge Rial en Intrusos y contó con lujo de detalles, en más de una hora de entrevista, lo ocurrido en la madrugada del último sábado de abril, cuando protagonizó una fuerte pelea con su exnovio.

En primer lugar, la hija de Nazarena Vélez aclaró que los problemas de pareja "vienen de junio del año pasado". "Yo creía que no había violencia. Creía que tenían que pegarte una piña y llegar al femicidio para que fuera violencia. Era lo que me hacían creer. Sentía que estaba enamorada, que las cosas iban a cambiar, sentía que con amor todo se podía cambiar", recordó, al borde del llanto.

"Yo sentía que era mi culpa, que era una forma de callarme para que la vecina no escuche, porque yo sacaba lo peor de él. Me decía que él nunca había sido así con ninguna mujer, que no podía controlar el amor que me tenía. Yo sentía que yo era la que lo provocaba, que él tenía razón en enojarse conmigo. Estaba ciega. Lo amaba con locura", se refirió la joven a los hechos de violencia que le atribuye a Bal.

Barbie calificó a su noviazgo como "una relación enferma", y aseguró que "desde junio" recibió "golpes". "No es que me haya pegado una trompada o un cachetazo. Golpes es que me haya agarrado del brazo fuerte, empujones, caídas al piso mías, agarrarme del cuello, pegarse él mismo contra las paredes para no pegarme a mí", enumeró. Y sostuvo que para ella "el primer acto de violencia fue empezar a revisar el celular, el 'no me gusta esta amiga para vos'". "Hay varias cosas violentas que en su momento no las veía", afirmó.

"Viví una pesadilla. Admito mi culpa, yo lo acepté, permití, seguí, me enfermé. Me tuve que haber ido desde un principio de esa relación. El año pasado, pero no me fui. Seguí, oculté. Se empezó a hacer un circulo vicioso. Es algo de los dos. Los dos éramos celosos, los dos inseguros. Y llegó al punto de una locura. Empezaron los celos cada vez más fuertes. Al principio era una tontería. Pero se fueron agravando cada vez más.Eran cosas sin sentido y sin lógica", aseguró.