Zannini, también metido en la quiebra de la ex Ciccone

Tras la quiebra de la imprenta, el Secretario Legal y Técnico pretendió que ésta quedara bajo la órbita de la Casa de Moneda persiguiendo dos claros objetivos. Como es sabido, ello no sucedió y, a la fecha, la Justicia investiga una serie de maniobras dudosas en el Estado entre los que el principal sospechado es el vicepresidente, Amado Boudou.

Zannini también se involucró en los destinos de la ex Ciccone Calcográfica. Fue a mediados de 2.010, tras su efectiva quiebra, cuando le requirió al Ministerio de Justicia que la firma quedara bajo el poder de la Casa de Moneda.

El funcionario pretendía, de esa manera, no sólo resucitar a la imprenta estatal sino también que el Gobierno pudiera mantener el control de la impresión de papel moneda.

De allí que una vez declarada la quiebra de Ciccone, la Casa de Moneda envió a la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) una nota (455/2010) declarando su interés por quedarse con la planta.

Sin embargo, el plan de Zannini y el esfuerzo el Ministerio de Justicia no dieron frutos. Al poco tiempo, la firma Boldt hizo una oferta superadora para quedarse con Ciccone.