Violenta entradera en Gonnet

Dos cacos, armados con escopeta y revólver, abordaron a un psiquiatra del Servicio Penitenciario. Dentro de la casa lo ataron, golpearon y lo cortaron de un culatazo. Huyeron con dinero  

Momentos de extrema tensión vivió en las últimas horas un profesional platense que fue abordado por dos delincuentes fuertemente armados quienes, bajo amenazas, lo obligaron a ingresar a su casa de Gonnet, donde lo ataron y le robaron pertenencias de valor, dinero en efectivo y un auto, informaron fuentes policiales.

Todo comenzó alrededor de las 21.30 del sábado en una vivienda localizada en 506 entre 24 y 25, cuando la víctima, un psiquiatra forense del Servicio Penitenciario identificado como Jorge Pablo Civalero (43,) llegó a bordo de su auto Renaul Fiesta Kinetic, patente NRZ 322. Cuando se disponía a abrir el portón, fue abordado por un caco que acababa de bajar de una moto de baja cilindrada.

“Me apuntó y me obligó a entrar. En la puerta de casa, me dio una patada”, le contó Jorge a Trama Urbana.

Una vez en el interior, apareció el conductor del rodado menor y lo peor de la pesadilla para el profesional estaría por comenzar.

20 minutos de violencia

“Estaban armados. Uno tenía una escopeta recortada y el otro un revólver 38. Me hicieron subir a al segundo piso y me ataron en la habitación, al lado de la cama. Lo hicieron con toallas y cosas que encontraron en la casa”, manifestó. Y agregó que “estaban violentos, pero no drogados. Conozco sus conductas porque trabajo de ello, y se los veía agresivos. Me dieron piñas y patadas, y hasta un culatazo en la cabeza con el revólver. Quería que les diera todo el dinero que tenía”. Tras una búsqueda por la finca, los ladrones se apoderaron de dinero en efectivo, electrodomésticos y celulares. “No sé cuánta plata se llevaron, pero había retirado del banco y tenía el aguinaldo. Robaron también notebooks, teléfonos, DVD… a medida que pasa el tiempo me voy dando cuenta de otros faltantes”.

La víctima mencionó que a veces los malvivientes lo dejaban solo, atado en el cuarto. “De a ratos aparecía uno y me golpeaba. Yo tenía miedo por mi familia, que me estaba esperando en un restaurante para comer y no quería que vinieran a casa. También pensaba en si los vecinos habían visto el robo y habían llamado a la policía. No quería que llegaran estando los ladrones acá; hubiese ocurrido una tragedia”.

Cerca de 20 minutos después, los maleantes huyeron, luego de cargar lo sustraído en el Fiesta del damnificado. Uno de ellos se fue el auto y el otro lo hizo en la moto. “Ahí me desaté y pedí ayuda. De inmediato vinieron los policías”.

Personal de la comisaría 13ra., a cargo de su titular Cristian Bujanovich, y del Comando de Prevención Comunitaria, hicieron un rastrillaje en busca de los responsables, pero todavía nada se sabe de ellos.