Respaldo al vaciador

En medio de una videoconferencia, Cristina habló con Mariano Recalde, titular de Aerolíneas Argentinas, como una forma de apuntalar su candidatura porteña. Apoyo oficial a un administrador que le ha hecho perder cientos de miles de dólares a las arcas públicas

La política argentina no para de generar acciones que llaman la atención. Ayer y en medio de una videoconferencia desde la Casa Rosada, la presidenta Cristina Fernández le dio la palabra al titular de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde, como una forma de apuntalar su pobre campaña en terreno porteño.

A la mayor parte de la clase dirigente le llamó la atención la acción de la Jefa de Estado, más que nada porque el acto  se trataba de la entrega de 300 patrulleros a la Policía Federal y contaba con la presencia del polémico secretario de Seguridad, Sergio Berni.

La figura de Recalde en el acto sobresalía como sapo de otro pozo, ya que nada parecía tener que ver su presencia en el mismo con lo que se allí se estaba haciendo, más cuando está en tela de juicio su accionar en la aerolínea de bandera.

El funcionario aprovechó el acto para decir que “el gobierno no sólo invierte en el país sino también en la Ciudad, aunque haya muchos que digan que eso no ocurre, y también responde a un tema sensible como es la seguridad, aunque también muchos digan que no se ocupa”.

La precandidatura del líder de La Cámpora sufre embate tras embate y no levanta en las encuestas. Como buen camporista, Recalde dice representar al sector más duro del oficialismo, lo que lo termina convirtiendo en un candidato casi indeseable para la mayor parte de la sociedad.

Una campaña kirchnerista que va en caída libre sin poder meter su candidato entre los que peleen con chances por llegar a la jefatura de gobierno porteño, lleva a que se pegue un volantazo tratando de inmiscuir a CFK, utilizando para ello recursos del Estado que salen de los impuestos que pagamos todos los ciudadanos.

Abuso de la cadena

En un nuevo rapto de furia contra los medios de comunicación, la presidenta Cristina Fernández aprovechó el acto de ayer para justificar sus anuncios en cadena nacional, al sostener que “si no decimos esto por cadena nacional, no se entera nadie”. Fue la décima cadena nacional en lo que va del año.

La Jefa de Estado afirmó que los medios “están los 365 días en cadena nacional. Anunciando no beneficios para la sociedad, sino mentiras o cosas que jamás van a ocurrir”.

La omnipotencia oficial, lleva a que CFK no acepte críticas y pretenda hacer creer que toda noticia no favorable al gobierno que se dé desde un medio está al servicio de intereses foráneos que buscan acabar con su gestión. “Nosotros estamos dispuestos a aguantar las cadenas de mentiras, ni siquiera son mentiras nuevas, son las mismas que van refritando”, aseveró Cristina, dejando en claro cómo el kirchnerismo se acostumbró al uso y abuso de los organismos del Estado.

Todo esto lleva a que para el kirchnerismo todo lo que no sea relato oficial sea tachado como una maniobra de un enemigo al que hay que destruir, mostrando un pensamiento con tinte autoritario.

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