El perpetuo auge del libro

A pesar de los constantes augurios de desaparición, la lectura en formato papel sigue siendo la más elegida. En una semana de eventos alusivos, la Argentina renueva su fervor por la literatura

Durante la última semana de abril, los lectores argentinos tendrán variadas ofertas. No solo porque el jueves próximo tendrá lugar la inauguración oficial de la Feria del Libro, sino porque hoy, aunque casi en silencio y sin actividades culturales alusivas, se festeja el Día Internacional del Libro. La fecha, instituida en todo el planeta, se debe a la confluencia de las muertes de tres célebres hombres en el mundo de las letras: el 23 de abril de 1616 fallecieron Cervantes, Shakespeare e Inca Garcilaso de la Vega. Años después, se estableció la fecha como jornada para celebrar la lectura.

Este año, habrá cierta escasez de eventos para celebrarlo: apenas un taller abierto en un Centro Cultural de Chaco y eventos en Mendoza, donde la Peatonal Sarmiento se convertirá durante cuatro horas en la Peatonal del Libro. Tal vez se deba a la inminencia del comienzo de la 43ª Feria Internacional del Libro de 

Buenos Aires, que quedará inaugurada el próximo jueves a las 18.30 en la sala Jorge Luis Borges del Pabellón Frers con el discurso de apertura de la escritora Luisa Valenzuela.

La Feria del Libro de Buenos Aires ostenta algunas medallas dentro del circuito industrial del libro: desplegada en más de 45.000 metros cuadrados de superficie, es la más concurrida en el mundo de habla hispana con la visita de más de un millón de lectores y doce mil profesionales del libro, superando a monstruos como la Feria del Libro de Guadalajara, en México. En esta edición, presentarán sus obras o dialogarán sobre ellas jóvenes promesas y algunos consagrados como el autóctono Alan Pauls  o el español Arturo Pérez Reverte.