Se filtró un audio de Dilma y arde Brasil

La escucha de una grabación telefónica puso al descubierto un pacto de impunidad que la presidenta Rousseff le ofreció a Lula, quien asumió como primer ministro.  Además, la Corte Suprema habilitó el juicio político contra la mandataria. Hubo cacerolazos masivos, pedidos de renuncias  y represión. Los vínculos argentinos

La crisis política que atraviesa el gobierno de Brasil se agravó anoche tras la difusión de la grabación de una conversación en la que la presidenta Dilma Rousseff sugiere a su antecesor, Luiz Inácio Lula da Silva, que lo designaría ministro para que utilice los fueros de ese cargo "en caso de necesidad" y evite ir preso por el escándalo originado por el desvío multimillonario de fondos de la petrolera estatal Petrobras.

Mientras tanto, miles de personas protestaron frente al palacio del Planalto, sede del gobierno en Brasilia, y en la céntrica avenida Paulista, de San Pablo, contra la designación de Lula como ministro de la Casa Civil, anunciada oficialmente ayer a la tarde. Reclamaron la inmediata renuncia  de la mandataria. al grito de "¡Fuera Dilma!", "¡Cárcel para Lula!", "¡Basta de corrupción" y con todo tipo de insultos en contra del oficialista Partido de los Trabajadores (PT). Hubo peleas y represión policial.

Al mismo tiempo, Rousseff permanecía reunida en el palacio de la Alvorada -residencia presidencial- con asesores y abogados, analizando los pasos a seguir. Es que además, la Corte Suprema de Justicia habilitó el juicio político en su contra. Así las cosas, el juicio de destitución de la presidente brasileña podrá proseguir, aunque el Senado, más favorable a la mandataria que la Cámara de Diputados, tendrá la última palabra.

Por 9 votos contra 2, los jueces de la Corte Suprema rechazaron los recursos presentados por el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, que acabaron trabando el proceso.

Una escucha clave

En la conversación telefónica divulgada ayer, Rousseff le dice a Lula que le envió con un mensajero un documento con su nombramiento como ministro de la Casa Civil, un cargo equivalente al de un primer ministro, para que lo utilizara "en caso de necesidad". "Estoy mandándote a Bessias junto con el papel, para que puedas tenerlo y usarlo en caso de necesidad, que es el término de la posesión", manifiesta la mandataria.

La conversación tuvo lugar ayer mismo y fue grabada por la Policía Federal con autorización del juez federal Sérgio Moro, quien tiene a cargo la investigación del escándalo en Petrobras.

Lula aceptó ser ministro de Rousseff -mismo cargo que ésta ocupó durante la segunda presidencia de aquél- en una reunión que ambos mantuvieron y se convirtió en el primero que será ministro después de haber sido jefe del Estado. Desde la oposición tomaron como una burla la decisión y estalló la bronca en las calles.