Ante caídas de adultos mayores aconsejan consultar inmediatamente a especialistas

Las caídas de los adultos  mayores "no siempre son accidentales sino que pueden constituir una  señal de alerta de enfermedades no detectadas que requieren  consulta inmediata", según alertaron especialistas en  rehabilitación del Colegio de Kinesiólogos de la Provincia de  Buenos Aires (CoKiba).  

"Uno de cada cinco adultos mayores de entre 65 y 80 años  sufre el menos una caída al año y más del 80% de los episodios  ocurren en el ámbito doméstico, pero solo uno de cada 40  accidentados acude a la atención en hospitales para prevenir  consecuencias más graves luego de los golpes", explicaron desde la  entidad profesional.  

En hospitales públicos de la Provincia de Buenos Aires, dos  de cada cinco adultos de más de 80 años han referido al menos una  caída al año y existe una alta prevalencia de fracturas de hombro y  muñeca como consecuencia directa de esos episodios, según informó  el colegio.

Los especialistas en rehabilitación del CoKiba reconocieron  que existe una multiplicidad de causas que pueden determinar una  alteración en la marcha o el equilibrio en los adultos mayores.

Entre entre otros motivos, mencionaron "la disminución de la  agudeza visual, alteraciones en la circulación sanguínea, lentitud  progresiva de reflejos, atrofia muscular, artrosis", y recomendaron  controles médicos para la detección temprana de esas patologías.  

"Existen indicadores para determinar alteración en el  equilibrio, una de las principales causas de las caídas. Además, es  importante tomar medidas de prevención en los domicilios porque es  un ámbito donde ocurren la mayor cantidad de accidentes" explicó  Pablo Ignacio La Spina, Licenciado Kinesiólogo Fisiatra integrante  del CoKiba.  

Dijo que las personas de entre 65 y 80 años "suelen  tropezarse en la mayoría de los casos dentro de las viviendas y  durante actividades de baja intensidad".

Y enumeró que en esos accidentes "tienen injerencia las  mascotas, la utilización de calzado inadecuado y la no utilización  de elementos prescriptos como anteojos, bastones o andadores".

Manifestó que también en la calle "existen peligros  eventuales como aceras estrechas, desniveles, pavimentos  defectuosos, semáforos de breve duración, bancos en plazas y  jardines demasiado bajos o demasiado altos y escalones inadecuados  para subir o descender".  

"Las estrategias en la prevención de las caídas es  fundamental para cuidar a nuestros adultos mayores", dijo La Spina  y sostuvo que "hay parámetros internacionales que aseguran que los  programas eficaces deben incluir exámenes del entorno donde vive la  persona y sugerir modificaciones de ser necesarias".  

Según el kinesiólogo "resulta casi indispensable la  participación de los familiares en los tratamientos para controlar  las actividades de las personas mayores tanto dentro como fuera de  sus casas".

"No sólo pensamos en devolverles la función perdida producto  de la lesión, sino que también lo hacemos con el objetivo de  prevenir futuras caídas y consecuencias del problema que  manifiestan en la consulta", explicó La Spina.

En los tratamientos kinesiólogicos los prefesionales trabajan  sobre los déficit que arrastran producto del envejecimiento y que  los llevan a ser más vulnerables ante determinadas situaciones.

"Todos los kinesiólogos profesionales y en especial quienes  se han perfeccionado en ortopedia y traumatología para asistir a  pacientes gerontes tienen las herramientas necesarias para poder  cumplir con ese tipo de rehabilitaciones", dijo La Spina.