Camino al default: fracasaron las negociaciones

4, 3, 2, 1… La cuenta regresiva llega al final, el default parece una realidad demasiado cercana, aunque economistas y funcionarios se pelean para medir el impacto que tendrá sobre la vida cotidiana de los argentinos. En Nueva York, mientras tanto, fracasó ayer una nueva reunión de los representantes argentinos en el conflicto con los fondos buitre ante el mediador designado por el juez Thomas Griesa, Daniel Pollack.

Sin resultados, fue el propio Pollack quien anunció que la delegación local volvía ayer al país para reunirse en la Casa Rosada y definir, junto a Cristina Fernández de Kirchner y Axel Kicillof, los (últimos) pasos a seguir. Del encuentro en la ciudad norteamericana no participaron los holdouts. Fue la cuarta instancia de negociación y la segunda en una semana, luego de que Griesa convocara a las partes a negociar “de forma continua” hasta que logren un acuerdo. 

Ante el nuevo fracaso, desde el Ministerio de Economía emitieron un comunicado donde señalaron que “continuando con el proceso de diálogo en curso, se profundizó (en la reunión) sobre los diferentes aspectos del litigio y las diversas alternativas que se presentan. Argentina reafirmó su vocación de avanzar hacia una solución en condiciones justas, equitativas, legales y sustentables para el 100% de los bonistas". Además, se agregó que “el proceso de diálogo entablado con el mediador continuará en los próximos días", aunque no se dio mayores especificaciones.

“Es una extorsión” 

Es cierto, ayer trascendieron detalles que hablan de la incapacidad de un juez de 84 años, aunque su decisión haya sido avalada por todo el poder judicial norteamericano. Es este dato, pues, el que tiene que hacernos preguntar cómo llegamos a esa instancia, emitiendo millones de dólares en bonos bajo una legislación extranjera. Kicillof, responsable de las negociaciones que ni siquiera ha ido a los últimos encuentros en Nueva York, calificó al fallo como una “inédito, insólito e incomprensible”, y afirmó: "Es una extorsión judicial contra cualquier proceso de reestructuración de deuda soberana. Estamos dispuestos a dialogar y buscar soluciones, pero no a someternos a extorsiones”, destacando además que "nadie quiere" ni "festeja" un default. Tampoco nadie pareciera hacer nada para evitarlo, al menos en la Casa Rosada

Finalmente, frente a representantes de la región, el ministro aseguró que "la crisis económica es lo que está afectando a los países de la UNASUR y eso es de lo que debemos ocuparnos", y quiso minimizar la crisis y los efectos del default, al señalar que “el 30 de julio no vamos a tener ningún problema”. Luego, remató: "La recomposición de las economías de los países centrales, está atentando contra nuestras finanzas, nuestro tipo de cambio y a eso se le suma ataques especulativos de los países centrales, sin reglas de juego claras". Es decir, las culpas afuera. Mientras, los días pasan y el panorama parece cada vez más complicado. 

Cristina, Chaco y los buitres 

En medio de la crisis, Cristina Kirchner decidió viajar a Río Gallegos para tomarse “con calma” los días que vienen. Días de default. Sin embargo, antes de subir al Tango 01, la presidenta se tomó el tiempo para criticar a los fondos buitre, destacó un supuesto crecimiento industrial en Chaco (sí, lo hizo) y lo calificó como “la contracara de lo que proponen los holdouts”. 

"Lo que se está haciendo en Chaco y en todas las provincias de la Nación es la contracara de lo que proponen los holdouts", que "no invirtieron un peso en el país pero pretenden llevarse millones de dólares", dijo Cristina. Sí Chaco, una de las provincias más pobres del país, es la contracara de los buitres, ¿cuál será el verdadero rostro de la crisis? 

“No poner una garantía es como iral default por una Louis Vuitton” 

Ayer, Jorge Capitanich volvió a insistir con un mismo pedido al juez Thomas Griesa. "Es necesario un stay (medida cautelar) hasta el mes de enero próximo, para lograr la reestructuración de la deuda total con los bonistas", dijo el jefe de gabinete, para luego señalar que “no es necesaria ninguna garantía, porque la garantía es la sentencia en sí misma”. 

Ante esta postura, la diputada nacional Elisa Carrió embistió contra la política de Cirstina Kirchner y su gabinete, en el conflicto con los fondos, y cuestionó la negación a otogar una garantía. 

"Lo que quiere Griesa es una garantía de que van a pagar alguna vez. Usted puede poner una garantía de 300 millones de dólares, no es nada. No poner una garantía es como ir al default por una Louis Vuitton", advirtió con ironía Carrió ante los presentes. Y añadió: "Que junte parte de su plata y ponga".