24/11/2014 - 08:26hs
Es por una triple presión de costos laborales, exigencias de la cadena comercial y una producción de su materia prima, estancada.
Tal como hemos reflejado en las páginas de nuestro diario, en los últimos años cientos de pymes lácteas comenzaron a bajar la persiana. En muchos pueblos suelen ser la única fuente de trabajo.
De acuerdo al especializado sitio Lechería Latina, influye que la producción de leche, su materia prima, se encuentre estancada desde 2011.
“Las pymes arrancan con desventaja ya que mantener la logística de distribución se lleva gran parte de la facturación. Además, los supermercados nos castigan con devoluciones y hasta exigen reintegros en la facturación que van del 3 al 10% de nuestras ventas, algo que solo puede soportar una corporación”, sostuvieron desde el sector.
Además agregan que "existe una doble presión sobre las empresas más pequeñas: un sindicato que recibe por empleado un aporte extra de $2.300 que eleva el costo patronal a $30.000 por trabajador y una cadena de comercialización implacable".
Tampoco las firmas grandes son la excepción: SanCor y La Serernísima han perdido dinero. En cuanto a las pymes, Master Cheese de Marcos Paz y Amanecer de Mar del Plata se transformaron en cooperativas de trabajo que pelean por la subsistencia.
La lista se completa con cierres como Kaiku en San Martín de las Escobas en Santa Fe, Argenlac en Junín, Porte Molitor en Navarro, Lahore de Marcos Paz y Cheese Way en Bolívar.