17/01/2016 - 13:09hs
El plan económico es de "shock en la esfera monetaria y cambiaria" pero es "gradual en la esfera fiscal" y la "gran incógnita es como se financiará este gradualismo fiscal", planteó un informe de Economía & Regiones (E&R).
"La política monetaria y cambiaria es de shock porque no cabía otra alternativa con la herencia K recibida, que dejó un sobrante de pesos en torno a 4 por ciento del PBI", evaluó.
Según sus proyecciones, "es probable que para febrero 2016 el problema del sobrante de pesos ya esté solucionado".
De acuerdo al objetivo delineado por el ministro de Hacienda y Finanzas Alfonso Prat Gay la semana pasada el programa fiscal apunta a un descenso gradual del déficit hasta alcanzar el equilibrio en 2019.
"Puntualmente, el programa tiene como objetivo bajar el déficit primario a 4.8 por ciento (2016), 3.3 por ciento (2017), 1.6 por ciento (2018) y 0.3 por ciento (2019) del PBI", detalló. Para la consultora, "sin lugar a duda, el punto clave y también la gran incógnita es de qué forma se financiará este gradualismo fiscal".
"Hay que tener en claro que para la actual política monetaria es fundamental que el gradualismo fiscal se financie lo más posible con deuda y lo menos posible con emisión, ya que le quita presión a la autoridad monetaria y le da más margen para hacer política de reducción inflacionaria", evaluó.
El informe señaló que "la futura evolución del sobrante de pesos es la clave para entender que puede suceder con la inflación durante los próximos meses". "Creemos probable que el problema del stock del sobrante desaparezca (absorbido completamente) hacia fines de febrero".
"En febrero, cuando desaparezca el efecto estacional de la demanda alta de pesos, muy probablemente pueda aumentar la demanda de divisas previo al ingreso de la cosecha gruesa.
En este marco, probablemente el dólar pueda subir marginalmente, lo cual también contribuirá a reducir el sobrante de pesos que aún quede", explicó.
La consultora indicó que desde que comenzó la nueva gestión de gobierno, el sobrante de pesos "se redujo desde 200.000 millones a 67.553 millones de pesos". La consultora estimó que "si no se hubiera atacado ese sobrante de pesos, Argentina se habría dirigido a un escenario de inflación superior al 45 por ciento porque se recibió una herencia con una inflación subyacente del 47 por ciento para 2016". "Sin stock sobrante de pesos, el BCRA deberá comenzar a preocuparse por los flujos, es decir por no emitir de más para no recrear el exceso de pesos. Sin sobrantes de pesos y sin emitir de más, en los últimos meses del año la inflación mensual anualizada se ubicaría en torno al 20 por ciento", concluyó.