30/07/2013 - 10:30hs
La fuerte caída del precio de la soja en los mercados internacionales le provocaría hoy a la Argentina una pérdida de US$6.400 millones en ingresos por la próxima cosecha respecto a la anterior, si se toma una producción promedio de 50 millones de toneladas, una cifra acorde al rendimiento de este cultivo en el país en los últimos años.
La soja es un commoditie –producto sin marca- que cotiza en mercados internacionales y cuyo precio en el mundo depende varios factores, como la oferta y la demana, pero también la especulación, como pasa como otros productos, como por ejemplo el petróleo. Después, hacia el mercado interno, influyen los precios diferenciales que determinan, por ejemplo, las retenciones.
Pero en este caso puntual, el valor internacional de la oleaginosa está 22% por debajo de lo que cotizaba en el mercado de Chicago exactamente hace un año, cuando la sequía en Estados Unidos puso al poroto en camino a un nuevo récord histórico, a US$655 la tonelada que tocó a principios de septiembre último.
Los contratos más activos en Chicago, que corresponden a la cosecha nueva y son pactados con entrega en noviembre, cerraron ayer en US$448 la tonelada, muy cerca de los mínimos de los últimos 30 días.
A fines de julio de 2012, la oleaginosa con entrega en noviembre se ubicaba en US$576 por tonelada. Los analistas creen que esos US$130 de diferencia de una campaña a la otra llegaron para quedarse.
Si la superficie de soja que se cosechara en 2013/14 alcanzara los 50 millones de toneladas -el promedio de los últimos años- representa a precios de ayer US$22.400 millones. A los valores que Chicago tenía un año atrás, esa misma producción equivalía a US$ 28.800 millones.
Así, puede decirse que la campaña sojera local vale US$6.400 millones menos que hace un año.
La diferencia se extiende a más de US$9.000 millones si se comparan los valores FOB (free on board o libre a bordoo) oficiales para la soja sin procesar -los que se utilizan para calcular las retenciones- disponibles a fines de julio de 2012 y los publicados ayer: US$688 y US$507, respectivamente.
Esos montos equivalen a casi lo que el Estado recaudó por año, en los últimos ciclos agrícolas por retenciones a las exportaciones del complejo sojero (poroto, aceite y harinas).
Esa baja teórica en el valor de la cosecha local puede equipararse también con los dólares que necesitará el Gobierno el año próximo para hacer frente a obligaciones financieras. En ese sentido, los pagos de deuda (capital e intereses) en manos de inversores privados (no entes del Estado u organismos) de 2014 serán de entre US$7.500 y US$8.000 millones, sin contar el cupón atado al PBI, cuya chance de que se paguen son altísimas por el crecimiento de la actividad económica de este año, que pueden sumar otros US$3.500 a US$4.000 millones.