04/07/2016 - 15:43hs
El mes de julio empezó con mucha lluvia y las plantas agradecidas, pero… ¿y los chicos? ¿Qué hacemos con esos “changuitos” que piden la pelota? El fútbol infantil no es como el patín, el vóley o la gimnasia artística que se practican bajo techo. Ellos corren y tratan de dominar la pelota en campitos que muchas veces están desparejos… aunque eso tanto no les afecta.
El Clasiquito averigüó qué hicieron algunos equipos ante la suspensión que todas las Ligas decidieron en la noche del viernes. Y encontramos a la categoría más grande de Frigorina (2003) cambiando el verbo “correr” por “comer”. Sí, los vagonetas recibieron el llamado de la mujer del director técnico, Gabriela, que les había prometido: “cuando ganen, los invito con unas pizzas”.
Así fue que, al mejor estilo Homero Simpson, los chicos llegaron a la casa de Gorina donde Gaby (a punto de ser mamá primeriza) vive con Javier Aguilar, y no pararon de deglutir los triangulitos sabrosos de masa con queso. Lo cómico fue al terminar de "comerse todas", cuando el más chistoso le preguntó a la mujer: "¿cuándo va a ser la próxima pizzeada, porque no te salieron bien. Quisimos llegar a la última para ver si nos gustaba una, jajaja".
EL EQUIPO QUE MAS... COME
Los niños del equipo albirrojo son Mauricio Guerzoni, Luciano González, Sebastián Ramírez, Matías Barrera, Federico Caltabiano Folino, Milton Gorriz, Alejandro Rodríguez Rudez, Gastón Lungrin, Valentín Degese, Ulises Serrano y Ramiro Lattini.
En el campeonato de APLAFI no suelen ganar seguido. De hecho, cuando ganan hay que tocar el tambor para que se entere el resto del club. Más allá del chiste, este diario se enteró que los pibes del “Frigo” no se hacen demasiados problemas porque sólo les importa vestirse como jugadores y salir a jugar.