“Cambaceres es el barrio, pero esto se trata de la ciudad de Ensenada”

En el aniversario número 95 de la institución, el diario Hoy conversó con un exdirigente que acompañó durante 37 años a la Primera del Rojo

Juanchi es la personificación de la entrega y el amor a una camiseta del Ascenso. En este caso, la de Cambaceres, el club más grande de su ciudad. Para él, es “Defensores”, el término que usó siempre para referirse a lo que la mayoría suele llamar Camba, que hoy arriba a los 95 años. 

Juanchi es Juan Francisco Guerra (31/08/1946), un humano con pinta de libro abierto, un gran narrador de historias futboleras que lo alcanzó a ver tanto en la Liga Amateur como en la AFA desde 1956, cuando se afiliaron. En el estadio 12 de Octubre contó 37 temporadas, y en 2001, en una de las tantas ideas que masticó junto a las semillitas de girasol, fue quien realizó un llamado general a los socios para ponerle nombre a la cancha. 

—¿Cómo fue esa iniciativa?

—Era director de una revista llamada Noticiero de Defensores, la cual hice con otros compañeros de trabajo. A partir de esa consulta, los vitalicios eligieron 12 de Octubre (por la fecha de fundación) ganándole a la opción Ciudad de Ensenada, que era la que más me gustaba a mí… Cambaceres es un barrio.

—¿Por qué no hizo un libro?

—Casi lo hago, pero desistí. Me vinieron a ver periodistas de Buenos Aires para convencerme. Tengo todo en un ropero, hasta que me vaya y quede para los nietos. Me enloquece escribir. Santalucita, un corresponsal en La Plata que tuvo diario Crónica, me mandó a cubrir la D y la C. Me llevaban en taxi hasta Capital. Recuerdo que fue cuando estuvo Miguel Ignomiriello como técnico, en la campaña de 1986. Incluso cubrí partidos de la Villa.

—¿Quién fue el jugador más fino que vio con la Roja?

—El “Chula” Giles, Adalberto, un número 8 de piernas flacas. ¡Qué jugador, Dios mío! Vivía cerca de Villa Albino. Ya falleció.

El exdirectivo ya no asiste a las canchas. Le duelen un poco las piernas, pero además sabe valorar la presencia de un abuelo para los nietos que le dio Ana Clara, su única hija:  Cipriano, de 8, y Silvestre, de 3. “Si bien estoy, como allegado, me alejé en 2006, justo después de salvarnos del descenso contra Argentino de Rosario, en el minuto noventa y nueve mil (risas), en la cancha de Gimnasia. Ese día se fue toda la CD, con Pepe 

Riccione a la cabeza”, apuntó quien suele pasar las tardes en el Centro de Exalumnos del Don Bosco y se arrima al club para los festejos especiales.

—¿Qué sabe de la fundación del club?

—Fue obra de un grupo de personas que vivían a 50 metros de lo que es hoy la sede. El nombre lo propuso Juan Ronco, un vecino al que se lo recuerda con una plaqueta donde vivía, en la esquina de San Martín y Chile. En relación a la camiseta, se buscó que fuera igual a la de Independiente.

—Se hace difícil dejar de preguntarle por Cambaceres…

—Todavía sigo recortando y pegando lo que sale en los diarios. Les agradezco que hayan llamado. Aquí hubo grandes del fútbol, eh. Incluso hay un vecino que vive, Héctor “Titín” 

González, un 8 que pasó por Camba, Estudiantes, Atlanta y Defensores de Belgrano. Tiene 95, así que ¡nació con el club!