26/11/2013 - 10:30hs
Verón volvió y fue clave en la victoria de Estudiantes. No obstante, se mostró muy molesto con el rendimiento del equipo y les mandó un mensaje a los juveniles: “Deben dar mucho más”
Volvió Juan Sebastián Verón y con él la victoria a Estudiantes. La Brujita, que debió ausentarse ante Godoy Cruz por una molestia en el gemelo de la pierna izquierda, logró recuperarse para el partido con Colón y tuvo una participación decisiva, como es habitual.
Sin embargo, el triunfo no conformó al mediocampista, que se mostró molesto con el rendimiento del equipo y le mandó un mensaje a los juveniles. “No se puede pensar que hay que esperarlos porque son chicos. La madurez es consecuencia del trabajo. Llega un momento en que ya cansa tanto hablar… Tienen que poner en remojo el cerebro, pensar en lo que hay que hacer el año que viene y dar mucho más, pero no sólo desde la actitud sino desde la cabeza. Conformarse no es bueno”, señaló la Brujita, quien aclaró que habló de un momento del equipo en general y no sólo en relación al cotejo con Colón.
“Nos falta entender mucho más lo que hacemos. Nosotros estamos a cinco puntos del primero pero no es parámetro. Para mí este no es el camino, creo que el fútbol se divide en muchas partes, no es sólo el fútbol jugado sino el entendido. Y si vos no lo entendés no se puede hacer carrera”, agregó el talentoso volante.
Sobre su regreso, el capitán se limitó a decir: "Superé el problema que tuve y di hasta donde pude".
Respecto del juego en sí, el futbolista albirrojo no brilló como otras veces, pero igual se las arregló para cambiar el rumbo del partido a favor de Estudiantes. Un venenoso centro suyo proveniente de un córner significó el preámbulo del cabezazo goleador de Leandro Desábato. De esa manera, el número 11 ratificó su importancia para el equipo desde una de sus especialidades: la pelota parada.
Lejos de acusar rápidamente el desgaste por la inactividad, Verón mostró una impecable condición física en los 85 minutos que estuvo en cancha, colaborando en la marca y presionando a los rivales.
El ingreso de Israel Damonte por Román Martínez a los 16 minutos del segundo tiempo le quitó responsabilidades defensivas a la Brujita, que pudo adelantarse unos metros y manejar los hilos desde tres cuartos de cancha, cerca de la posición de Guido Carrillo.
Verón eligió principalmente el costado izquierdo de la cancha para realizar sus pases y encontró en Patricio Rodríguez a su mejor socio, pero también entregó la misma cantidad de balones (5) a Jonathan Silva. En cambio, apenas se contactó con Román Martínez, con quien había formado un interesante tandem durante las prácticas semanales.
Verón no escatimó esfuerzos y fue a trabar en varias ocasiones, sin escapar a la fricción. De hecho, en el primer tiempo tiempo recibió una dura infracción por parte del mediocampista Gabriel Graciani, quien recibió la tarjeta amarilla por esa acción.
El ídolo albirrojo hizo estallar las manos de los hinchas albirrojos en el minuto 40 del segundo tiempo, cuando se contactó con Mauricio Rosales y fue a buscar un pase en profundidad con el ímpetu de un juvenil. Acto seguido, Mauricio Pellegrino decidió darle descanso a la Brujita, que se retiró del campo de juego con una inmensa ovación y la tranquilidad del deber cumplido.
Con él, la cosa cambia
Lo cierto es que el León mejora mucho su producción con Verón en cancha. En los nueve partidos de los que el capitán tomó parte, Estudiantes sumó cuatro victorias (All Boys, Quilmes, River y Colón), cuatro empates (Arsenal, Belgrano, Gimnasia y Rosario Central) y una caída (Atlético de Rafaela).