El joven comodorense Renzo Blotta se llevó todas las miradas en la Clase 2 mientras que en la Clase 3 hubo un cierre fue de película con Agustín Canapino como protagonista.
La fiesta del automovilismo nacional volvió a encenderse en el “Oscar y Juan Gálvez” de Buenos Aires con la esperada “Carrera de los 300 Pilotos” del Turismo Pista. En una jornada repleta de adrenalina, color en las tribunas y grandes historias, el joven comodorense Renzo Blotta se llevó todas las miradas en la Clase 2 y el cierre fue de película en la Clase 3 con Agustín Canapino como protagonista.
Blotta fue el piloto invitado de Lucas Garro y condujo el Volkswagen Up en la final de la Clase 2, donde logró un destacado tercer puesto con una gran actuación. Con maniobras firmes, inteligencia para avanzar y ritmo competitivo, Renzo se metió en el podio y se ganó el reconocimiento del público. Su trabajo en pista fue impecable de principio a fin y confirmó por qué es uno de los talentos con mayor proyección del sur argentino. El resultado fue festejado con emoción por el equipo y marcó un punto de inflexión en su crecimiento dentro del automovilismo nacional.
El cierre fue de antología: en la Clase 3, cuatro autos cruzaron la meta con una diferencia mínima. Agustín Canapino se subió como invitado al Chevrolet Onix de su hermano Matías y definió la carrera por apenas 29 milésimas en una última vuelta para el infarto. El Titán de Arrecifes demostró que su jerarquía también se siente en el Turismo Pista y fue ovacionado por todo el Gálvez. En una definición vibrante y con maniobras al límite, Canapino volvió a dejar en claro que su instinto ganador no entiende de categorías.
El automovilismo argentino vivió una fiesta inolvidable: entre podios soñados, finales apretados y emociones fuertes, Buenos Aires volvió a rugir.