Ante la falta de partidos, los jugadores del Celeste se destacaron y fueron noticia afuera de las canchas: ayudaron a cocinar para los vecinos de Barrio Obrero, en una olla popular organizada en la sede de la institución.
19/07/2020 - 00:00hs
Hace poco más de un año, los jugadores de Villa San Carlos eran noticia por haber logrado subir a la Primera B Metropolitana, la segunda categoría del ascenso argentino en relevancia dentro de la AFA. Ahora, ante la falta de partidos por la pandemia y el coronavirus, los futbolistas se pusieron a cocinar y dieron la nota en la faceta social.
Una vez más, en la sede de Montevideo y 25, empleados, futbolistas y fanáticos del club que preside Juan Carlos Tocci impulsaron una olla popular para intensificar la ayuda social en la ciudad de Berisso, en donde varios vecinos se quedaron sin trabajo y no pudieron generar ingresos en los últimos cuatro meses por el aislamiento.
El diario Hoy y la Red 92 agarraron a los futbolistas “con las manos en la masa”, en el gimnasio de la sede del club, y entrevistaron a Pablo Miranda, quien resumió el compromiso de un plantel que se puso como objetivo ascender a la B Nacional el año que viene. Para eso, hay que tener muchas energías, como las que llevan en las viandas de arroz con pollo, especialmente elaborados ayer en la cocina del bufet del club entre las 11 y las 13. A partir de esa hora, todos se trasladaron al Barrio Obrero de Berisso y repartieron los alimentos en un comedor de esa zona.
“La ciudad y el país están viviendo un momento que es complicado. Nosotros como plantel estamos acompañando y en el barrio Obrero conozco a mucha gente. Siempre me comporté de la misma manera con la gente más allá de ser un jugador del plantel profesional del club”, comentó Miranda, quien seguirá en San Carlos, a menos, hasta fin de año.
Miranda, al igual que sus compañeros de equipo, está esperando la definición de la AFA para volver a entrenar, mientras que realiza una rutina diaria de movimientos aeróbicos que comunica el profesor del cuerpo técnico de manera virtual.
En la antesala al reparto de las viandas, y en un impasse de la cocina, el Pájaro también mostró sus cualidades con la pelota de básquet y se entretuvo tirando al aro de la cancha que funciona dentro del gimnasio.