El paraguayo que ahuyentó el maleficio por duplicado en el Lobo

Víctor Ayala debutó con el pie derecho. Autor del tanto que derivó en el triunfo ante Argentinos, el paraguayo no solo ahuyentó todos los comentarios agoreros, mitos y especulaciones que volaron en la previa del partido, que incluyeron la aparición de animales muertos en las adyacencias del Bosque, sino que además cortó un maleficio personal.  

Es que el mediocampista marcó un gol en el fútbol argentino después de dos años (jugando para Lanús en el empate 1 a 1 ante San Martín de Formosa por Copa Argentina) y el primero que grita en lo que se lleva transitado del 2018, ya que en su corto paso por Barcelona de Ecuador no pudo anotarse en la red.

“La familia tuvo mucho que ver para volver al fútbol argentino. Estoy agradecido a la dirigencia y a Pedro que me llamó para venir. Algunos me preguntaron porque no lo hice en Lanús, pero Gimnasia hizo un esfuerzo y no lo dude”, arrancó la charla con este medio después de saludar a su mujer, Gisela, quien lo esperaba con la camiseta albiazul que utilizó ante Olimpo, y su madre, que vino especialmente de Paraguay. 

Instalado en un coqueto departamento en Puerto Madero de Capital Federal, el paraguayo rompió la sequía y con un tanto de cabeza y no con su tradicional “pegada”: “Estamos avisando, ja”, comentó por el tiro libre que le sacó el golero de Argentinos. Pero agregó: “Hice un gol de cabeza que no es poco, por eso les dije a mis compañeros que no me saquen el mérito porque tengo pocos goles así. Se desvió en el defensor pero es mío por eso estoy contento”. 

Con respecto al funcionamiento del equipo y lo importante de arrancar ganando, analizó: “Demostramos que tenemos hambre porque corrimos, metimos y luchamos hasta el final. Todo el plantel se propuso sumar e ir de menor a mayor y después ver para que estamos. Gimnasia va hacer un hueso duro para muchos, no les resultará fácil poder ganarnos”.