Peñarol embrujó a Brandsen y el final se puso apasionante
Sin la presencia de la Brujita Verón, el equipo de Bonvicini cayó por 1 a 0 en su visita a Olmos. Everton ganó en Los Hornos y se puso a tiro de la punta. El Decano tiene chapa para pelear.
Saludamos a uno de los clubes tradicionales del fútbol local, con su campo de juego en 96 y 118, y un despliegue de chicos del barrio en todas las categorías infantiles y juveniles. Hubo una vez, con la Primera, un gran tricampeón que fue al Regional y enfrentó a Olimpo de Bahía Blanca
19/11/2012 - 11:03hs
Era domingo, de noche en Bahía Blanca, en el estadio “Carminatti”: los hinchas llegaban con gorro, bandera y vincha, amarillo y negro por todos lados.
El torneo Regional, en la primera fase, los enfrentaba a un rival ante el cual todos ya sabían el resultado… Qué otra cosa podían esperar los del Aurinegro si a Bahía llegaba… VILLA MONTORO, de la Liga Platense.
Tome asiento. Le voy a contar una historia. Aconteció en 1980. El partido arrancó a las 8 de la noche. Y entre los jugadores locales estaba Ramón Palacio, un crack, el papá de Rodrigo.
Montoro vivía una época de oro en la Liga. Tricampeón 76, 77 y 78, y en el 80 le volvió a tocar ser el representante de nuestro fútbol, modesto pero muy guerrero. A esos que algunos catalogaban como “los indios de Montoro” les pasó una experiencia única, que desde Diario Hoy queríamos compartir hoy que celebra –sin pompa ni fiestas cogotudas- sus 79 años, en silencio y con amor, puro amor.
Independiente de Bolívar, Gimnasia de Chivilcoy (que le pagó al “Muñeco” Madurga para que jugara ese certamen), Juventud de Pergamino, Independiente de Campana… y por supuesto Olimpo y Montoro… ¡Qué zona!
Y allá fueron a vérselas con Olimpo, cuando estaban prácticamente eliminados. Allá se plantaron ante esos colores que hace tiempo son de la A o candidatos firmes en la B Nacional, colores que escogió el fundador uruguayo y fana de Peñarol.
Ya le voy a contar cómo salió el partido. Pero no es tan importante. Lo que vivían los de la calle 96 era realmente un paisaje encantador. No solo por llegar a una ciudad limpia y amplia como Bahía, jugar en un gran estadio, sino el hecho del viaje… que lo hicieron en un micro “doble camello”, y atentos al detalle: era uno de los micros que la AFA había comprado en 1978 para la Copa del Mundo de Argentina. Entre los contactos que se movieron para conseguir ayuda y participar sin que el bolsillo les haga un hueco, apareció semejante bondi…
El técnico del equipo “Villero” era Alfio Loza, que se debería sentir como el Flaco Menotti. Y algunos hinchas pidieron permiso para viajar con el plantel, tomando aquel compromiso deportivo como las vacaciones, porque era pleno febrero (domingo 24… de 1980).
Hay más para enorgullecer el pecho: jugaron de locales en la cancha de Gimnasia y Esgrima La Plata, y además usaron las camisetas del Lobo (marca Adidas). Así, con la número “10”, se lo veía feliz con la pelota en los pies a Dardo Villegas, el mejor jugador de Montoro durante años.
Ante un rival semiprofesional, Alfio los mandó al frente, a morir “con la nuestra”… y así terminó… 0-6, un gol de Palacio, otro del Negro Cheiles (oriundo de Magdalena, ídolo de los bahienses).
Montoro alistó a Néstor Cannizzo (aquel que atajaba sin guantes); Jorge Di Plácido, Carlos Benítez (el capitán), Raúl Sandoval, Pedro Sánchez, Ruben Plaquin, Daniel Miño, Amaya, Robert, Guardia y Enrique Orbea.
Montoro solo ganó un partido: 5-1 a Independiente de Campana.
Ante Olimpo, fue pan comido en la primera rueda también: 2-5 en el Bosque.
Allá los acompañó el mismo periodista de siempre: Daniel Siman, del desaparecido diario La Gaceta.
Por Gabriel "Colo" López