A Estudiantes lo perjudicaron, pero hizo muy poco para defenderse en Victoria

Lesiones, fallos polémicos y falta de precisión dieron forma a un cóctel nocivo para el conjunto albirrojo, que cayó 2 a 0 ante Tigre. Matías Pérez García, de penal, y el Monito Iritier marcaron los goles para el Matador

Primer tiempo

En el aniversario de La Plata, Estudiantes no la pasó bien lejos de la ciudad. 

El arbitraje de Andrés Merlos, las lesiones de Dubarbier y Lugüercio, la falta de variantes en el banco y las imprecisiones al momento de ejecutar las pocas situaciones que generó fueron un cóctel demasiado fuerte para un equipo que arrancó mejor, pero que terminó derrotado en Victoria.

Tigre, más paciente y decidido, supo esperar y sacar provecho de las ventajas que por momentos dejó la defensa albirroja. Además, se vio beneficiado por un penal polémico que Merlos le cobró a los 25 minutos del primer tiempo. 

De entrada, Estudiantes se paró en el campo rival y forzó un córner que terminó en una peligrosa definición dentro del área de la Gata Fernández que contuvo Federico Crivelli. 

El conjunto de Victoria contestó con un quiebre de cintura de Matías Pérez García, quien tras sacarse de encima a Damonte, remató desde afuera y la pelota se fue cerca del palo. 

A los 20 minutos, de contragolpe, Menossi sacó un remate cruzado que salvó Andújar con esfuerzo sobre el palo derecho. 

Tigre continuó creciendo en el partido y a los 25’ llegó el penal que el árbitro le cobró a Zuqui, tras lo cual Pérez García puso arriba al equipo de Caruso.

Sobre el final del primer tiempo, Bojanich ganó de arriba luego de un córner y confirmó que el equipo local terminaba mejor parado en la primera etapa. 

Ni siquiera una arremetida en el último minuto de la Gata Fernández le permitió al Pincha poder acercarse a la igualdad, ya que el Matador se cerró muy bien en el fondo y el tiro se frenó en un rebote.

Segundo tiempo

En la parte final, ya sin Dubarbier y con Borgnino más volcado al ataque, Estudiantes intentó pararse con línea de tres defensores, acumulando gente en ataque y volcando el juego a su favor. De contragolpe, Janson pudo haber ampliado el marcador de no ser por una estupenda atajada de Andújar, quien mostró todos los reflejos ante un remate que se desvió en Schunke.

A través del manejo de Gastón Fernández y la verticalidad de Lucas Rodríguez, Estudiantes mantuvo expectante a la última línea del Matador. 

La Gata buscó por arriba y por abajo, pero siempre se topó con la seguridad de Crivelli. 

Con el correr de los minutos, la estrategia de Caruso cobró efecto: Tigre se abroqueló atrás y empezó a salir de contragolpe, apostando a las asistencias de Pérez García y a las subidas del ingresado Iritier. 

Tanto fue así que a los 19 minutos, el ex-Estudiantes se encargó de ponerle un título de terror a la tarde albirroja en Victoria, cuando ingresó muy solo por el sector izquierdo de la defensa y, tras dejar en el camino a Campi, remató al arco: la pelota se desvió en Gómez y dejó sin reacción a Mariano Andújar. 

Con la desesperación de quien busca una botella de agua luego de una maratón, Estudiantes intentó llegar a su meta y descontar, pero se desordenó en el fondo y le dejó servida la goleada a Tigre. 

Los ingresos de Cejas y Melano no le alcanzaron para revertir el destino de un partido que una vez más lo encontró dejando puntos en el camino y deambulando en la mitad de la tabla, alejado de la zona de clasificación a las copas, cuando restan tres partidos para que se inicie el receso. 

El minuto 29 que condicionó al mediocampo

El partido de ayer entre Tigre y Estudiantes tuvo un quiebre entre el minuto 25 y el 29 del primer tiempo. Hasta ese momento, el equipo de Lucas Bernardi había dominado las acciones y había sumado méritos para ponerse arriba en el marcador. 

Sin embargo, tras el polémico penal de Andrés Merlos contra el León, producto de una mano involuntaria de Zuqui, el árbitro amonestó y condicionó para el resto del partido a los volantes centrales en la misma jugada: durante el minuto 29, Gómez le cometió una fuerte infracción a Janson en la mitad de la cancha. 

Merlos sancionó falta, le sacó la tarjeta amarilla, y tras cartón también amonestó a Damonte, quien protestó por el fallo con cierta bronca acumulada debido al penal cobrado cuatro minutos antes. 

El joven Iván Gómez, oriundo de Villa Elisa y exjugador de Curuzú Cuatiá, tuvo una aceptable actuación, encimando, presionando y recuperando muchas pelotas en la mitad de la cancha. 

Si bien ya había jugado en Primera, ayer tuvo su bautismo de fuego como titular. 

Gómez es producto de las Inferiores del Pincha y formó parte de la categoría 1997 junto a Lucas Rodríguez y Santiago Ascacíbar entre otros.

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