Estudiantes usó la cabeza para sacarse de encima un compromiso incómodo

Cuando escasean los recursos hay que usar la cabeza. Esto es lo que hizo literalmente Estudiantes anoche, al vencer a Central Córdoba de Rosario y pasar de fase en la Copa Argentina abriendo el partido con un gol de pelota parada. Sí… Recuperando parte de la identidad que se le reclamaba al equipo cuando era dirigido por Lucas Bernardi o en su momento por Gabriel Milito, ayer el Pincha demostró que al debutante Benítez le quedó algo de todo lo que aprendió con Sabella y Sensini (un hijo directo de Bilardo en la Selección) cuando hace diez se afianzó como titular a fuerza de una buena pegada en los córners y tiros libres. De hecho, aquel equipo que llegó a la Final de la Sudamericana y luego ganó la Libertadores tuvo a Benítez como protagonistas de muchos goles de pelota parada. Una estrategia que apareció anoche en la apertura del marcador a través de Jonathan Schunke luego de un córner de Zuqui. 

Estudiantes, que desde el primer momento demostró ser superior a su rival en cada pelota dividida que los jugadores iban a disputar, le costó definir las jugadas que generó en el primer tiempo, porque el equipo de Pochetino se cerró bien y nunca apostó a ganar el partido. 

Con el resultado en contra, los rosarinos tuvieron que cambiar la estrategia en la parte final. De esa forma, Estudiantes encontró más espacios. Tanto fue así que en una de las escasas proyecciones al ataque, Evangelista sacó un centro a media altura que encontró a Zuqui entrando de derecha a izquierda al área y definiendo con la cara externa del pie derecho, imitando el desenlace de la jugada del primer gol de Maradona contra Bélgica en México ’86, pero con el otro perfil. 

Con el resultado a favor, los juveniles se soltaron y Pellegrini justificó su temprana escalada a Primera dejando a dos rivales en el camino antes de habilitar a Lucas Rodríguez, quien definió picando la pelota ante la salida del arquero Ojeda. 

Estudiantes había logrado controlar todo antes de la mitad del segundo tiempo y apostó a darles rodaje a Pavone y Gastón Fernández. El primero selló la goleada con una estupenda definición dentro del área que lo muestra en vigencia y plenitud de cara a lo que se viene. 

El Pincha, al fin de cuentas, plasmó en el resultado la diferencia entre dos equipos que juegan en categorías muy distintas. Sin embargo, lo más positivo es que ante la falta de espacios para resolver el partido, no se desesperó y usó la cabeza para abrir el partido con un gol de córner antes de consumar el pleito con absoluta autoridad.