Se cumplen 28 años del campeonato de 1995
y 27 del primer gol de cabeza de un arquero en la Primera del fútbol argentino, cuando Chiquito Bossio enmudeció al Cilindro de Avellaneda ante Racing en la lucha por el torneo Clausura de 1996.
No es una fecha más para Estudiantes. Como aquel Mayo Francés que marcó una reivindicación para los estudiantes en 1968, un día como hoy hace 28 años “los estudiantes” de La Plata se revelaron al descenso y se aseguraron el primer puesto del campeonato de la Primera B Nacional al ganarle 1 a 0 a Gimnasia y Tiro de Salta en 1 y 57.
Al día siguiente, con la consumación de otro resultado que tendría como protagonista a Atlético de Rafaela (el principal aspirante a robarle el título en el campeonato de 1994-1995), el Pincha confirmó un regreso mítico y en tiempo récord a Primera, para no volver nunca más a jugar en la Segunda división de Argentina, como antes solamente lo había hecho en el año 1954.
Aquel partido se jugó un viernes a la noche en el estadio de 1 y 57 y marcó el final de una campaña arrolladora que tuvo al Profesor Daniel Córdoba en la preparación física de un equipo que arrasaba a los rivales que tenía enfrente y que fue dirigido por la dupla técnica a Miguel Russo y Eduardo Luján Manera.
También un 12 de mayo, pero un año después (en 1996), el equipo que ya dirigía Daniel “Profe” Córdoba empató 1 a 1 con Racing en el Cilindro de Avellaneda con una particularidad: el arquero Carlos “Chiquito” Bossio marcó el primer gol de cabeza que se conoce de un arquero en la Primera del fútbol argentino, al menos desde la década de 1990 a la fecha, logrando un empate mítico que puso al equipo del Profesor a la vanguardia en la lucha por el campeonato.
Aquel equipo de 1996 le discutió el protagonismo al Vélez de Bianchi, al River de Ramón Díaz, al Boca de Bilardo, al Independiente de Menotti y al Gimnasia de Carlos Timoteo Griguol, lo que le aportó un valor agregado a la campaña que terminó con un tercer puesto muy valorado.
Hoy, a 27 y 28 años de aquellos festejos, Estudiantes tiene una agenda definida y objetivos a mediano plazo en su “mayo de ilusiones”, que lo vuelven a poner arriba en la tabla de posiciones y con chances concretas de empezar a ganar el Grupo C de la Copa Sudamericana.