Ocurrió en Estrasburgo, al noroeste del país galo, donde aproximadamente 400 personas se reunieron a presenciar un partido ilegal de fútbol.
26/05/2020 - 00:23hs
Este domingo se congregaron alrededor de 400 personas para ver un partido de fútbol, que nunca fue suspendido a pesar de los intentos de la policía. Según medios locales, las reuniones de mas de 10 personas están prohibidas en la región, pero en este caso las autoridades no pudieron hacer nada, ya que las personas se dignaron a irse una vez que terminó el partido.
Hautepierre y Koenigshoffen fueron los equipos que se enfrentaron, aunque es un dato más que anecdótico porque el virólogo francés Gilbert Deray advirtió en Twitter que la escena pudo ocasionar una "mini bomba de virus" en la región y provocar una serie de nuevas infecciones de covid-19.
François Marcade, presidente del club Joie et Santé Koeningshoffen, al que pertenece el estadio, aseguró que "ningún dirigente" había autorizado o participado en la organización de ese encuentro entre los barrios de Neuhof y Hautepierre, un hecho a su parecer "inexcusable e inaceptable".