En la mañana de ayer, el Lobo retomó los entrenamientos en Estancia Chica, luego
de lo que fue la victoria ante Racing. Chirola Romero prepara una nueva rotación, tomando en cuenta el calendario exigente.
Sin tiempo para descanso. Gimnasia inició una nueva semana de trabajos en Estancia Chica que, a priori, asomará como corta tomando en cuenta que AFA y la Liga Profesional dispusieron que la décimo primera jornada del torneo se dispute entre semana. Esto se debe para acortar los tiempos del calendario, tomando en cuenta lo que fue el último parate por fecha FIFA.
En ese sentido, y tomando en cuenta lo que será también el viaje a Colombia, Gimnasia deberá disputar tres partidos en tan solo seis días. Una verdadera locura, pero a su vez un desafío del que si el Lobo puede hacerse fuerte llegará bien parado a los duelos venideros.
Lo concreto, y más tomando en cuenta el equipo que planteó para vencer a Racing en el Bosque, es que Chirola Romero apelará a la rotación para visitar este jueves a River en el Monumental y si bien no hay confirmaciones oficiales, esta mañana en Abasto se desarrollará una práctica formal de fútbol en la que el técnico evaluará, al menos, una alternativa por línea. Tomando en cuenta que además Felipe Sánchez no podrá ser de la partida por haber llegado a la quinta amarilla.
Recobrar fuerzas para seguir ganando
En ese sentido, en la mañana de ayer Sebastián Romero dividió el entrenamiento en dos partes. Primero hubo una charla en la cual el entrenador albiazul remarcó los puntos altos del equipo en la victoria frente a la Academia. Acto seguido y a la par del preparador físico dictó la habitual entrada en calor y ejercicios de activación en el gimnasio del Campus Carlos Timoteo Griguol.
Una vez culminados los mismos, los titulares y aquellos futbolistas que sumaron mayor cantidad de minutos el pasado sábado en el Bosque realizaron trabajos regenerativos bajo la atenta mirada del cuerpo técnico.
Luego los jugadores que no sumaron minutos, o entraron poco en juego, realizaron trabajos tácticos ofensivos y defensivos en la cancha número 2 del predio de Abasto, para después pasar a un reducido informal bajo la atenta mirada del entrenador.
En el cierre del entrenamiento hubo ejercicios de definición distendidos, donde jugadores y cuerpo técnico pasaron un buen momento definiéndole a los arqueros del club.
Se viene una parada brava para el Lobo, luego un día de trabajo y vuelta a jugar, para después subirse a un avión y jugar el segundo compromiso de Copa Sudamericana. No quedan dudas que el carácter albiazul y del cuerpo técnico se pondrán a prueba.