Independiente estuvo cerca del empate y, consecuentemente, de alcanzar la definición por penales a pesar de que jugó con un equipo alternativo, teniendo en cuenta que en el partido de ida habían empatado 2-2.
08/11/2012 - 23:22hs
El cuadro chileno se impuso en el estadio San Carlos de Apoquindo con dos goles de penal de Michael Ríos, en tanto Jonathan Santana realizó el descuento.
El desquite empezó de la peor manera para la alineación dispuesta por Américo Gallego, quien reservó a varios titulares pensando en el próximo enfrentamiento con San Martín de San Juan, trascendental en el marco de la lucha por la permanencia en la máxima categoría del fútbol argentino.
A su vez, necesitaba ponerse en ventaja en el país trasandino, mas no podía hacer pie en la cancha.
Desbordado enseguida, regaló un penal a los 16 minutos de juego por una torpeza de Samuel Cáceres, quien detuvo una pelota con la mano dentro del área, innecesariamente: Ríos ejecutó el tiro castigo a los 17 y no falló.
El ritmo inclemente de los anfitriones rebalsaba una y otra vez los esfuerzos de la defensa contraria, que retrocedía desordenadamente y de ningún modo podía recuperar la pelota.
Sin embargo, la ineficacia de Universidad Católica frente al arco custodiado por Diego Rodríguez y las intervenciones del guardameta mantenían las expectativas de Independiente.
Y en una llegada aislada, a los 35, tras un centro enviado por Paulo Rosales desde la izquierda, Santana se impuso en el área, remató de aire y marcó el 1-1.
Pero el gol no hizo más que acrecentar el nerviosismo del "Rojo". Dos minutos más tarde, Cristian Tula perdió la concentración y le aplicó una patada infantil a Nicolás Castillo, quien corría tibiamente detrás del esférico en los últimos metros del campo.
Ríos volvió a hacerse cargo del penal y con un derechazo alto y cruzado puso las cosas 2-1.
Así, las emociones del cotejo se aplacaron hasta los 17 del segundo tiempo, cuando el árbitro peruano Víctor Hugo Carrillo cometió el grosero error de expulsar a Fernando Cordero, considerando que hubo una infracción antideportiva contra Cáceres en la disputa de un balón dividido.
Envalentonado por las circunstancias, con superioridad numérica y a un gol de la lotería de los penales, Independiente fue a buscar la igualdad con enjundia y poco más.
Empero, el local había perdido seguridad, sobre todo en el carácter, y los "Diablos Rojos" estuvieron a un paso de la hazaña.
La ocasión más propicia para empatar se produjo a los 32 mediante un desborde de Patricio Vidal y un centro que Ernesto Farías no pudo redirigir con suficiente certeza, desde una posición inmejorable.