“Jugar en Primera y enfrentar a Boca fue un sueño cumplido”

En diálogo con Radio Gol, Matías Gómez, una de las figuras de Gimnasia en el empate ante el Xeneize, compartió sus sensaciones. “Estaba ansioso pero después me tranquilicé”, soltó el chaqueño

La Leonesa es una localidad ubicada al este de la provincia del Chaco, en el departamento Bermejo. Allí nació hace 20 años y fue el lugar donde comenzó a soñar que algún día iba a enfrentar a Boca y ser parte del fútbol grande, Matías Gómez. Para los más íntimos, simplemente “Monito amarillo”, por sus rasgos y el color de pelo que, siendo niño, era más claro que ahora. 

Después de mucho esfuerzo, los sueños de Matías en los potreros chaqueños comenzaron a hacerse realidad. Primero cuando con edad de Octava quedó en Gimnasia y segundo  al ser convocado por Facundo Sava para entrenar con Primera.  Pero las buenas noticias continuaron porque cuando menos lo esperaba debutó, aunque haya sido por algunos segundos, en la máxima categoría ante Atlético Tucumán. “No me molestó jugar tan poco, al contrario. Estaba con muchas ganas de debutar, quería jugar. Fue poco tiempo pero estuvo bien, lástima el resultado”, comentó tímidamente en la charla con El Clásico Radio de Radio Gol. 

Lentamente durante la nota fue dejando atrás la timidez y comenzó a compartir sus sensaciones del salto que dio de  jugar en su categoría, pelear por un lugar en Reserva, hasta ser titular y figura ante Boca: “Estaba ansioso y tenía muchas ganas de jugarlo. Después cuando empezó el partido me fui tranquilizando y pude hacer todas las cosas que me pidió el técnico. Haber jugado en la Primera de Gimnasia y enfrentar a Boca fue un sueño. Todavía no caigo. Cuando termine y llegué a la concentración empecé a darme cuenta que había enfrentado a Tévez, Pavón y todas las figuras que tienen”, compartió el mediocampista. 

Detrás del perfil bajo, la timidez y el respeto por los mayores, se esconde un pibe con personalidad que “se agranda en las difíciles”, y que no se esconde cuando los rivales lo insultan: “En Avellaneda la gente me insultó y lejos de asustarme me agrandó. Me motivaron, ja. Cuando todo está en contra me gusta demostrar que puedo”, cerró. 

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