La AFA, la Conmebol y el cuentito de los tres chanchitos

Tapia, Moyano y Angelici vienen perdiendo poder ante un lobo que asoma en el horizonte encarnado en la figura de Tinelli, el presidente de la Conmebol y River

El Clásico

27/08/2018 - 08:01hs

Hugo es el cuñado de Claudio. Se conocen y se quieren como hermanos. Se cuidan de los enemigos y se acercan a los más poderosos para preservarse de las peores tormentas. 

Daniel es amigo de Hugo y a través de él conoció a Claudio. Se unió a ellos para llegar al poder de la AFA. Les ofreció protección en su casa de cemento, que construyó con materiales de última generación que compró con la fortuna que amasó con el negocio juego y las agencias de apuestas, apañados por el dueño de la gran aldea: el presidente “flancito” Macri.  

Claudio vive en una humilde casita de paja a la que bautizó Barracas. Apenas puede cambiar los tablones y la fachada de su “central” para que los socios sigan confiando. Es amo y patrón en su equipo, pero no se anima a salir del bosque solo y se apoya en Hugo cuando tiene que viajar a la AFA. 

Hugo no es tan modesto como Claudio, pero tampoco tan poderoso como Daniel. Tiene una chalecito de madera, pintado todo de rojo, que soporta algunas tormentas, pero no aguanta las peores tempestades. Los dos están condenados a refugiarse en el palacio de Daniel, cuando más pronto que temprano vengan a buscarlos a los tres.

Este grupo de dirigentes, que son de buen comer y hacen todo para mantener el poder en el fútbol, sufrió un duro revés con la eliminación de Argentina del Mundial y quedaron muy mal parados con la salida de Sampaoli. Saben que en sus espaldas pesa la sombra de un Cuervo que pretende convertirse en Lobo: Marcelo Tinelli. 

El referente de San Lorenzo, a quien dejaron afuera del armado político de la AFA el año pasado, sigue con la espina en el ojo por aquella elección que le robaron en diciembre del 2015 cuando los tres chanchitos se comieron el cartón de las urnas y fraguaron la votación que terminó 38 a 38 sobre 75 personas que votaron. 

Detrás del Cuervo convertido en Lobo, está Rodolfo D’Onofrio, otro marginado por la AFA como presidente de River, y Alejandro Domínguez, el presidente de la Conmebol, y el hijo de otra avede presa del fútbol de Sudamérica, como Osvaldo Domínguez Dibb. 

Hoy la Conmebol deberá fallar a favor o en contra de Independiente en el conflicto por la mala inscripción del uruguayo Sánchez en un  partido de la Copa Libertadores. 

La semana pasada ya hubo un antecedentes negativo para conducción de los tres chanchitos: La Conmebol no le hizo lugar al pedido de Racing, cuyo presidente es un primo-.hermano de hugo, Víctor Blanco.

 Hay toda una estrategia para que River y San Lorenzo (que fue beneficiado por la Conmebol en la Sudamericana contra un equipo chileno) hagan debilitar aún más a la actual conducción de la AFA, presidida por Tapia y cuyos vicepresidentes son Angelici y Moyano. 

Como dijo Martín Pescador, este Cuervo convertido en Lobo soplará… soplará… y el último ¿quedará?