Ginóbili estuvo en Uno disfrutando del show de Fito
El reducto de 1 y 57 recibió durante el fin de semana dos conciertos de Fito Páez, que engalanó el Hirschi, y más aún con la presencia de Manu Ginóbili.
La historia de Felicia Itzel, la primera hija de una joven pareja de Barrio Norte que nació dos horas antes del partido que Estudiantes le ganó a Defensa y Justicia en la final de la Copa Argentina. Son fanáticos del Pincha y su beba será socia del club al minuto de nacer en el mismo día de la hazaña del León.
17/12/2023 - 00:00hs
Nunca mejor aplicada la frase “viene con el pan debajo del brazo…”.
En este caso, para todo amante futbolero, que tu primer hijo llegue justo el día en el que tu equipo sale campeón no tiene precio.
El 13 de diciembre de 2023 quedará marcado a fuego para Franco Ferrari, un joven de 29 años que creció y se crio en la calle 34 de Barrio Norte.
Franco llegó a este mundo el 10 de mayo de 1994, y, a dos días de haber cumplido su primer año de vida, el Pincha ganó el campeonato de la B Nacional.
Creció viendo a los equipos de Pancho Ferraro, de Craviotto y más delante de Bilardo y de Merlo, hasta que llegó el Cholo Simeone.
Con doce años, el pequeño nene rubio de Barrio Norte festejó su primera vuelta olímpica como hincha junto a su papá y algunos amigos el 13 de diciembre de 2006.
El destino quiso que 17 años después, el mismo día de otra consagración como la de la Copa Argentina del último miércoles, nazca su primera hija: Felicia Itzel.
La bebé nació en el Hospital Italiano como fruto del amor con Jenni y después de esperar unos cuantos meses.
Para la mayoría de los integrantes de esta “familia Pincha”, habrá muchos motivos para festejar de aquí en adelante cada 13 de diciembre en la ciudad.
La beba nació dos horas antes del partido, y en la casa de calle 34 entre 9 y 10 hubo doble motivo para celebrar.
Como consecuencia del partido, los empleados de la sede no estaban trabajando, pero Felicia será anotada como socia al minuto de nacer en el mismo día en el que Estudiantes volvió a ganar un título oficial.
De grande, y cuando lea esta nota, nadie le podrá negar que, más que con el pan, llegó con el “título” debajo del brazo...