Jazmín Amicuzi sueña con un gran 2018. La joven nacida en nuestra ciudad que viene de participar en competencias internacionales y es entrenada por la reconocida Mariana Díaz Oliva, buscará durante esta temporada afianzarse como una de las mejores del país
20/03/2018 - 07:15hs
Jazmín Amicuzi es oriunda de la ciudad La Plata y es una de las tenistas argentinas con mejor proyección dentro del circuito femenino nacional. El año pasado estuvo vendiendo rifas y haciendo videos por las redes sociales, para poder conseguir dinero y viajar a Europa para competir internacionalmente. La joven de 18 años, número 3 del ranking nacional de profesionales lo consiguió, y en una charla exclusiva con diario Hoy, contó sensaciones del momento que le tocó atravesar, pero también de lo que se viene. “El año pasado fue un gran año, pero este tiene que ser mejor”, deslizó la tenista que hoy vive en Capital Federal.
Lograste hacer la gira… ¿cómo fue esa experiencia?
Si, hice una gira por Francia. Fue una experiencia hermosa. Jugué muchos partidos con chicas nuevas y desconocidas para mí. Estuve en lugares nuevos y fue mi primera experiencia. Más allá de lo deportivo fue inolvidable en lo personal. Me encantó poder manejarme sola, poder enfrentar pequeñas barreras que mi mente se ponía, poder desafiar mis pensamientos, mi imaginación, mis miedos. Pude ver que no es nada inalcanzable, que hay de todo y hay que adaptarse, ser lo más flexible porque constantemente estás viviendo cambios. Ya sea de personas, de lugares y de situaciones.
¿Cómo fue tu regreso?
Luego de la gira decidí con mis entrenadores, en especial con Mariana Diaz Oliva (llegó a estar 42 en el ranking) ya que tiene la experiencia de haber vivido esto y comencé a jugar nuevamente en Argentina. Después viaje a Paraguay tres semanas con ella y una compañera más. Y después, como uno de los últimos torneos del año, viaje a Brasil donde saque mí primer punto WTA.
¿Qué balance haces de esas experiencias internacionales?
Me costó, y más cuando no me iba del todo bien. Uno se pone más sensible, pero trataba de equilibrarme y me ponía bien porque estaba haciendo algo que no me lo había imaginado que podía lograr. Fue positivo y enriquecedor en muchos aspectos.
¿Y ahora cómo sigue todo?
Creciendo, entrenando y buscando afianzarme en la carrera profesional. Jugar y crecer.