“Le di todo lo que tenía a Estudiantes y ahora estoy feliz en Alemania”

Los más de 12.000 kilómetros que separan a la Argentina de Alemania marcan un parámetro de la diferencia que existe entre vivir en Villa Elvira y Stuttgart. 

Con 20 años, Santiago Ascacíbar se marchó de su casa con una transferencia millonaria y ahora vive en una de las sociedades más particulares del mundo. 

El club que compró su pase necesita que este joven pueda jugar de la mejor manera. El que lo vendió, Estudiantes, ya lo extraña,  a tal punto que todavía no logra ocupar el vacío que dejó en la mitad de la cancha. 

Su casa de barrio platense quedó atrás. Allí vivía con sus padres (Javier y Mariana), además de sus cuatro hermanos varones (Agustín, Julián, Mariano y Martín) y, en algún momento, también con dos excompañeros del Pincha como Rodrigo Marinelli y Emmanuel Sosa. 

En el pasado, intentó estudiar Antropología en la Universidad Nacional de La Plata, pero por tiempos no pudo concretar ese sueño. Ahora, con gran responsabilidad, disfruta y trabaja para mejorar jornada a jornada en la Bundesliga.

Hace poco más de un mes, el Rusito llegó a Alemania, específicamente a Stuttgart, acompañado de su papá y uno de sus representantes, hospedándose en una zona cercana al predio donde entrena el plantel de su nuevo club. Mientras tanto, fue aprendiendo el idioma para poder comunicarse. 

En este marco, se hizo un espacio para recibir al diario Hoy, el primer medio con el que decidió dar una entrevista. 

—¿Es un sueño cumplido jugar en Europa?

—Estoy muy feliz por estar en un país tan lindo como Alemania e ilusionado con esta nueva etapa. Disfruto de todas las cosas nuevas que me están pasando y todo lo que se vive acá.

—¿Cómo te manejás con el alemán?

—El idioma resulta complicado. Es totalmente diferente al nuestro y uno tiene que aprenderlo, no queda otra.

—¿Ya estás estudiándolo?

—Por suerte, ya tengo gente que me está enseñando para poder hablarlo.

—¿Dónde están viviendo?

—Vivimos en una ciudad cercana a Stuttgart que se llama Esslingen. Queda cerca del centro de entrenamientos y el estadio. Estoy a quince minutos en auto, así que me siento muy cómodo. 

Stuttgart, su nueva casa

—¿Qué sabías de tu nuevo equipo antes de llegar?

—Stuttgart es un equipo con historia grande en Europa. Descendió hace algunas temporadas pero logró ascender en mayo pasado y ahora queremos tener grandes resultados en este proceso.

—¿Te sorprendió lo que viste hasta ahora?

—Uno, en la medida que va conociendo, se va dando cuenta de otras cosas. Me han contado historias de este club y entiendo que es muy bueno.

—¿Te permitís soñar con jugar las copas?

—Pienso en positivo. Ojalá que el año que viene podamos estar jugando alguna competición europea, ya sea la Europa League o la Champions League.

—¿Esperás ansioso los partidos ante los equipos grandes?

—Jugar contra rivales como Bayern Múnich o Borussia Dortmund motiva mucho, son dos clubes muy poderosos. Siempre los seguí desde chico y, si me toca enfrentarlos, viviré un momento lindo.

Adaptarse y rendir al máximo

—¿Cómo te comunicás con el entrenador?

—El ayudante del técnico habla portugués y por ese lado se puede dar la conversación dentro del entrenamiento o en el partido mismo.

—¿Y con tus compañeros?

—Y... la vamos llevando. Con varios hablamos un poco en inglés y alguno dice al menos una palabra en español (risas). Nos entendemos.

—¿Con señas es más fácil?

—Las señas en el fútbol son universales. Me está tocando jugar en el mediocampo con un francés y nos decimos “derecha” o “izquierda” en alemán, que es más sencillo. Así nos acomodamos dentro del cotejo.

Sus últimos pasos en el Pincha

—¿Cómo te fuiste del club del que sos hincha?

—Me fui feliz de la Argentina. Le di todo lo que tenía a Estudiantes y el club también me lo dio. Ahora estoy donde quiero, jugando en Europa y teniendo la posibilidad de seguir creciendo como jugador, que es lo más importante.

—¿Te aconsejaron tus viejos compañeros?

—Sí. Los más grandes me dieron muchos consejos. Mariano Andújar me decía que el tema del idioma siempre va a ser difícil hasta que me acomode, pero que tampoco era para preocuparse.

—Juan Foyth se fue casi a la par tuya

—Siempre nos hablamos. Seguramente cuando ya estemos más tranquilos voy a ir a Londres, o él vendrá a Alemania, y nos vamos a ver.

—¿Seguís al Pincha a la distancia?

—Estoy viendo casi todos los partidos, a pesar de las cinco horas de diferencia entre Alemania y la Argentina.

—¿Cuál es tu forma de comunicarte?

—Con WhatsApp hoy en día estás muy cerca y es mucho más fácil. Siempre me hablo con los chicos, tengo muchos amigos dentro del plantel de Estudiantes.

—Te quedaron amigos en City Bell...

—Obviamente. Me hablo siempre con Tití (Lucas) Rodríguez, Bautista Cascini, Pepi (Daniel) Sappa y la mayoría, tengo la mejor relación con ellos.