Los “Tallarines” están servidos

Los Bangardino viven por el fútbol. Papá es profesional, ataja en Talleres de Escalada, aunque vivió una vida y el sueño de volver a Primera con el Lobo. Su hijo, de 13 años, no quiso guantes ni ir al arco pese a tener un físico privilegiado. Valentino juega lindo en Talleres Provincial

El Clásico

20/09/2018 - 08:02hs

Los ferrocarriles tienen que ver con la historia del progreso en la Argentina. A su paso, dieron trabajo, crecieron pueblos y con ellos vinieron las familias y los clubes... Talleres no es un nombre antojadizo, tiene connotación con los trenes... 

Bangardino es un apellido con fama en el fútbol local. Pablo, de 33 años, llegó a cumplir el primer deseo de debutar en la 1a de Gimnasia y más tarde -tras unos sinsabores- desahogarse con la vuelta a la máxima categoría. Cuando recién cumplía 20 nació el varón, Valentino, hoy con 13 años, un crack. Curiosamente, los dos juegan en equipos que se llaman Talleres, pero que están en distintas ciudades y juegan por distintos objetivos.

Bien podríamos parafrasear con que esos talleres ferroviarios y decir que el pequeño parece el “maquinista”, que conduce adelante a todos, y papá vendría a ser el “guarda”, que está atento a que nadie se les meta...

 Soñadores

Los sueños suelen hacerse realidad. Pablo salió de la ’85 de Villa San Carlos, en LISFI, misma liga a la que ahora acude a ver al crío. “Jugué de punta hasta que en la Copa Verón faltó un compañero y el técnico me dijo de retroceder al medio. Y ahí sigo, con la 5, aprendiendo, mejorando siempre”, se propone Valen, que en cierto modo ya creció dentro de un sueño... Pocos niños van a un estadio profesional a ver jugar a su viejo... bancándose el arco y las presiones del puesto. Tal vez por eso, quiso ocupar otro rol. Otro sueño, según contó a Hoy, fue “cuando a mi papá lo contrató Villa San Carlos, y como la cancha está a solo 5 cuadras de los abuelos, llegamos a ir de la mano del abuelo Ruben “Luli” Bangardino, quien cuenta todo lo que trabajó en la cancha de 7 de La Villa, pintando postes, marcando la cancha”.

Valentino sueña fútbol. No es para menos: hasta en la Play grita y mete. Aunque vive muy conciente de que al mundo hay que ayudarlo: y ahí ha habudo muestras de cómo este mini capitán le habla respetuoso a un juez.

Es como un ángel de piernas largas. Los sábados está en LISFI y los domingos en la Novena del “Albiverde” en la Liga Platense, club al que alientan “vamo’ vamo’ Tallereeee”, tal lo escucha en el ascenso su papá, dueño del arco en Talleres de Escalada.

“El consejo es que se divierta”

Por Pablo Bangardino (*)

Especial para Hoy

A su edad, Valentino me recuerda la propia vida que llevaba en mi infancia, cursando sus estudios como la primera obligación y después dedicado al fútbol, desde muy chico. Comenzó en la escuelita EFI (que está en el Parque San Martín), de allí pasó a “Il Quatro” (en la cual estuvo con Martín Pautasso, un ex compañero con el que compartimos plantel en Gimnasia), y ya lleva 3 años en fútbol infantil de liga, dentro de Talleres Provincial.

Si bien sus comienzos fueron de delantero, su físico y forma de juego (flaco y alto) lo hacen disfrutar de ser el 5 de la categoría 2005. Por sobre todo, el consejo es que se divierta y aprenda con sus compañeros de todas las personas que les pueden aportar algo para progresar en todos los sentidos. Por experiencia propia, le digo que el destino dirá si vendrán los tiempos en que se disfrute menos de lo que podría divertirse.

(*) Arquero. Hoy en Talleres (RdE). Padre de Valentino