Facundo Sava y Lucas Bernardi debutaron como entrenadores de Gimnasia y Estudiantes respectivamente, en el partido más importante de la ciudad. El Colorado lo vivió con efusividad y el rosarino no se quedó atrás
11/02/2018 - 00:26hs
Quienes cranearon el partido hace mucho más tiempo que los hinchas y los futbolistas fueron, y suelen ser, los técnicos. En el cotejo de ayer se dio la particularidad de que tanto Facundo Sava, entrenador de Gimnasia, como Lucas Bernardi, técnico de Estudiantes, debutaron en su puesto en un partido de tal envergadura: el clásico platense.
El fervor de los hinchas, el entorno y todo tipo de condimentos afectaron el ánimo de ambos protagonistas. Por su parte, el Colorado se ocupó de mantener a sus futbolistas concentrados en todo momento del partido. El DT rosarino perdió la cautela, protestó e indicó puntualmente a sus dirigidos.
Desde que Sava desembarcó como director técnico del Lobo, el semblante de los futbolistas cambió. Ayer marcó los pasos de los jugadores, explicitó el camino, empleó la mejor estrategia para cerrarle los espacios al Pincha y achicar el margen de error.
Al Colorado se lo vio enfático en cada una de sus intervenciones en diálogo con los que vistieron de albiazul. Además, varias veces fue advertido de corromper los límites del corralito por protestarle al juez de línea Hernán Maidana y al cuarto árbitro. No obstante, muchos de los fallos polémicos del réferi, Diego Abal, ameritaron la queja.
En tanto, Bernardi comenzó el encuentro tranquilo, con una botella de agua en su mano, para paliar el calor. Cuando comenzaron a aparecer las infracciones de Lucas Melano debió apercibir con un llamado de atención al cordobés que después salió reemplazado por Pablo
Lugüercio. Luego se vio afectado por la bomba de estruendo que tiraron los hinchas de Gimnasia que se ubicaron en la platea H, detrás de los bancos.