“Los valores que me enseñaron en Estudiantes ahora los inculco en Andorra”

El campeón de América con el Pincha en 2009 dialogó con este medio en el Viejo Continente: contó cómo es la vida en el Principado y remarcó su amor eterno por el León a la distancia

Andorra tiene 80.000 habitantes. Es el “microestado” más grande de Europa, conocido mundialmente por ser un paraíso fiscal. Hasta allí llegó Christian Cellay, campeón de América con Estudiantes en 2009, club con el que además obtuvo el título local el año siguiente. En la actualidad, el Samurái es referente y capitán de Engordany, equipo de la Primera división andorrana. 

Con 36 años, se instaló en la mencionada región, apostando a volcar toda la experiencia que fue reuniendo en el fútbol argentino, donde además llegó a defender la camiseta de Boca. Los pasos por Rangers de Chile y Ecuador son parte del pasado; ahora el jugador se puso como meta buscar nuevos desafíos.

—¿Cómo estás en Andorra?

—Me siento cómodo, la gente es amable y muy generosa. Es un país en el cual te podés adaptar muy rápidamente.

—¿Qué características tiene?

—Hace frío, no es muy cálido pero sí muy cómodo para vivir con tu familia. Está entre los tres o cuatro lugares más seguros del mundo, encontré una tranquilidad enorme acá.

—¿Cómo te llevás con el idioma?

—Espero poder disfrutar del fútbol y de la vida en Andorra. Se hablan diferentes idiomas, pero más que nada catalán, francés y portugués. 

—¿Te animás a hablarlo?

—Estoy estudiando catalán y por ahora venimos muy bien. Me entusiasma, es algo que a uno lo sigue haciendo crecer como ser humano.

—¿Estás con tu familia?

—Mi familia es todo, desde el primer momento que surgió la posibilidad de venir no dudaron en apoyarme. Primero llegué solo, para ver cómo era todo, luego vinieron ellos y se adaptaron. La verdad es que encontramos un lugar muy tranquilo, con unos paisajes hermosos.

—¿Tenés pensado radicarte?

—Me gustaría planificar una vida acá, porque podés proyectarte hacia el futuro.

—¿Qué diferencias notaste con la Argentina?

—La diferencia es abismal, tanto en el aspecto social como en el económico, ni hablar en cuanto a la seguridad. El cambio fue gigantesco.

—Llegaste y al poco tiempo ya sos capitán…

—Tengo otras responsabilidades por ser capitán, más sabiendo cómo es la liga. Los valores que me enseñaron en Estudiantes ahora los inculco en Andorra. Estoy acá por toda la trayectoria que tuve, algo que ellos aprecian mucho, y eso a uno lo reconforta.

—¿Cómo se juega el torneo?

—La liga tiene ocho equipos en Primera división, se juegan tres rondas y después están los Play-off, en los que los cuatro primeros se enfrentan con el objetivo de ingresar a la Champions y a la Europa League; los otros cuatro pelean por evitar el descenso. 

—¿Cuál es el objetivo?

—Para esta temporada el objetivo es ganar la liga. Tenemos buen equipo, con varios extranjeros que vinieron a aportar lo suyo. 

—¿Se juega sobre césped artificial?

—Sí, la adaptación al sintético es difícil, la pelota no pica igual. Los frenos para cada jugada son distintos a cuando jugás en pasto natural, pero te terminás adaptando. 

—¿Cuál es tu próximo desafío personal?

—Me gustaría jugar la mayor cantidad de tiempo posible, ya tuve la posibilidad de disputar la Europa League con otro equipo y me gustaría hacerlo en la Champions, eso sería increíble, porque no todos los jugadores lo logran.

—¿A lo lejos, te das cuenta de que fuiste campeón de la Libertadores?

—La verdad es que, con el correr de los años, uno toma dimensión de lo que significa haber sido campeón.

El recuerdo de la final con Barcelona en 2009

—¿En Andorra te recuerdan la final con Barcelona?

—Todo el tiempo. Hicimos un partido genial, todavía tengo la espina clavada, porque ningún equipo estuvo a tres minutos de ganarle al Barcelona, que era el mejor equipo de todos los tiempos. 

—Se les escapó por poquito…

—El Pincha en esa final dejó bien parado al fútbol argentino y a Estudiantes como club. Demostramos que éramos once leones dentro de la cancha.