La revolución de Maradona en Dorados también repercutió en un barrio platense
En México, uno de los argentinos que tendrá el Dorados del “Diez”, le confesó a diario Hoy que “durante el primer entrenamiento no pude concentrarme al mirarlo y hasta hubo unas mil personas”. Un humilde luchador forjado a base de alegría y de lucha en la barriada Villa Argüello
13/09/2018 - 07:56hs
"En el primer entrenamiento con Diego hubo unas mil personas... antes no venía nadie”, dibuja el panorama de su nuevo club de la B mexicana, Luis Jerez Silva, tan feliz con su presente que en la entrevista con Hoy sonrió varias veces. Un luchador del fútbol argentino que vive su primera experiencia internacional y de repente se encuentra al lado del Maradona DT.
Luis se abrió camino solo, con sudor y “siempre con la alegría que me transmitió mi familia”. En su niñez futbolera en Villa Argüello, barriada de Berisso, jugó sus primeros campeonatos. Tiene el honor de ser uno de los pocos que atravesaron esas calles y triunfaron, esas mismas calles que ahora chiflan pasando el dato de que “el glorioso Diego Maradona va a dirigir a Jerez Silva en el Dorados de Sinaloa”.
Desde México y a la hora pautada, empezó la nota arrancando desde atrás, como lo supo hacer en el esquema de cada uno de los tres clubes que lo tuvieron como titular (Defensa y Justicia, Godoy Cruz y Talleres de Córdoba).
-Debes estar hasta nervioso…
-Nunca me lo imaginé, ni que lo iba a conocer a Diego… El Profe daba indicaciones y a mí me pasó que no podía concentrarme al mirarlo, sólo por el hecho de tenerlo cerca. Fue único. Me nombraba…
-¿Cómo te llama...?
-Por el apellido, Jerez Silva, después me dijo “Negro”.
-¿Cómo están con el Dorados?
-Vamos bien en lo que sería la Copa Argentina, allá se la conoce como MX, pasamos a 8vos, jugando con Veracruz y América, de primera división. Pero en el torneo de segunda de Liga venimos más o menos, esperamos que con la llegada de Diego mejoremos.
En el largo viaje para llegar a la A tienen que buscar el título o entrar a una Liguilla (de los ocho primeros) y de ahí tentar la dicha de jugar finales. La temporada se terminará en el 2019.
El campeón de la ’89
“A veces le digo a los chicos de mi barrio que disfruten de fútbol infantil que es de las mejores etapas que te van a tocar vivir; después todo se hace más exigente, al punto de ser casi un trabajo”, se sinceró Luis, quien desde pibe se puso como objetivo ser profesional. “Lo pensaba desde que jugaba en Universitario de Berisso, o en Nueva Villa Argüello que es el club de mi barrio, o cuando con un hermoso grupo de amigos también jugaba para Victoria”.
En la polvorienta canchita se ubicaba del medio hacia arriba. Y no paraba de correr y meter goles. “Estoy agradecido a mucha gente que hace tiempo sigue dando lo mejor por los chicos, y eso se aprecia más cuando uno va creciendo”. Jerez recordó haber jugado de pichón los torneos de la colectividad peruana, en competencia donde se animó a tirar gamnetas a una edad muy tierna, pero no así el temple, que siempre pareció de acero.
Cuando quiso ir más arriba, ganó su lugar en Gimnasia, pero en sexta división tomó una decisión junto a su padre. “Me fui a Defensa y desde ahí pude debutar en en la B Nacional en 2010”, detalló.
Después, las escaladas fueron cada vez más grandes. Vistió las camisetas de dos grandes del interior: con Godoy Cruz jugó Libertadores, y con Talleres de Córdoba llegó a ganar un ascenso. Hace tres meses está fichado en el Dorados de México, que buscará ascender a toda costa (por algo llamó al mejor futbolista de todos los tiempos).
Maradona y México son sinónimos de gloria. Y para donde va Jerez Silva sabe llegar la buena. “Siempre tuve desafíos cada vez mayores, pero como éste...” ¡No habrá ninguno igual, no habrá ninguno! como cuenta el tango.
“JEREZ”, VAYA CUENTO QUE SE HIZO REALIDAD
¡Hay coincidencias que son toda una “visión” del futuro! Walter Vargas, un periodista de cuna en Berisso, hizo un libro de cuentos de fútbol hace 15 años, donde sorprendió con la historia -real- de un crack que vio jugar en los potreros de la zona.
Pero a la hora de citarlo, decidió poner un apellido que no era el del querido hombre que divertía a todos. Lo bautizó “Jerez”, y de hecho, así tituló el capítulo, pese a que para el barrio se sabe que era ese Jerez era Bazán (“El Pipe”). Años más tarde, salió un Jerez a la fama. El que está al lado del mismísimo Maradona.
LES DICEN "EL GRAN PEZ"
Así apodan al club donde el mito viviente de Maradona se pondrá a trabajar, con sueños de ascenso. Contará para ellos con el joven criado en Berisso, quien explicó que “el club tiene 12 años recién y está organizado, con un lindo estadio y en una ciudad en la que se pescan muchos dorados, de ahí el nombre”. Jerez está en México con su mujer Daniela Lonardo y sus hijos, Aime de 6, y Jenaro de 2.