Pelotazo en contra

Como el personaje de Aníbal, en la serie “Calabromas" que hace treinta años calentaba la pantalla chica en Argentina, ver defender a Estudiantes es como recibir “un pelotazo en contra”. 

Lejos de cualquier analogía, el equipo que paró el rosarino Bernardi volvió a repetir los mismos errores que lo llevaron a perder los puntos que dejó en el camino en los últimos partidos: quedó mal parado cuando pasó al ataque, dejó muchos espacios en al defensa y subestimó las pelotas paradas. Un cóctel explosivo para una institución que siempre se jactó de tener la fórmula para contrarrestar el “jogo bonito” de los brasileños, como ocurrió con la Selección de Bilardo en el Mundial ’90. ¡Pero no! Desde hace un tiempo el Pincha se empecina a jugar para adelante, sin detenerse en las virtudes del rival y apostando a convertirse en un equipo tan vertical como aquel de Bielsa que se volvió en la primera ronda del Mundial 2002. Claro que Dubarbier no es Sorín y Campi no es Pochetino…

Entonces, cuando solo el Chapu Braña se muestra para pedir la pelota e intentar distribuir el juego, ante la primera falla el equipo queda pagando. Esto fue lo que ocurrió en el epílogo de un primer tiempo aburrido, donde los locales insinuaron más de lo que hicieron, pero aprovecharon un pelotazo de contra de Mota a Gabriel Barbosa, quien recibió solo ante el desconcierto de Campi y Dubarbier y definió de zurda con el arco del pie. Un gol táctico que puso en jaque a Estudiantes un minuto antes de irse al descanso. 

Muy lejos de reaccionar, el Pincha apostó a las corridas de Otero, la presión de Melano y la frescura de Lucas Rodríguez, a quien se lo veía con tantas dudas por derecha o por izquierda sin poder gravitar en profundidad. 

Un tiro libre al corazón del área (y de la ilusión) dejó la floja marcación de Sánchez a Lucas Veríssimo, quien definió de cabeza y decretó el resultado final. 

Después entraron Lattanzio, Giménez y Escobar para buscar la hazaña y reconciliarse con la mística que anoche nunca apareció. 

Estudiantes, en efecto, sumó su segunda derrota en la zona y se complica su continuidad en el grupo 6 de la Copa Libertadores. 

Ahora, antes del día del trabajador, el León deberá honrar lo que se festeje el próximo lunes para ganarle a Garcilaso en Perú el martes y seguir con vida en el certamen continental.