Se mostró confiado y hasta tiró rabonas en el entrenamiento, más allá de que no fue incluido como titular. El hombre de La Granja es el único de la defensa titular que terminó jugando el Mundial pasado
26/05/2018 - 07:55hs
La puerta de la humilde casa (como reza el tango) en el barrio La Granja, está pintada a tono con el nombre de la familia que educó al hombre que otra vez será el abanderado platense en un Mundial de Fútbol. Los Rojo están felices por Marcos, y detrás de él todo un barrio que seguirá los partidos de la Selección con una mirada parcial.
Al igual que ocurrió en 2014, pero ya sin el padrinazgo deportivo de Alejandro Sabella, el defensor será el único que pueda arrancar jugando en comparación al equipo nacional que terminó jugando la Final del Mundial contra Alemania en Brasil.
Ayer, en sintonía con su estado de ánimo por haber sido nuevamente convocado, el ex campeón con Estudiantes en 2010 se mostró confiado y seguro en el entrenamiento de Ezeiza. Tanto es así que se animó a tirar rabonas y a jugar con sus compañeros, firme y confiado con la pelota.
Desde su entorno garantizaron que Sampaoli confía mucho en él por la polifuncionalidad en la defensa, ya que puede resolver situaciones como uno de los marcadores en el sistema 2-3-3-2 o como volante defensivo jugando por la izquierda.
“Espero que esta vez podamos llegar a la Final y ganarla”, confesó ayer en Ezeiza el defensor platense de 28 años.
“Estar entre los cuatro mejores equipos del Mundial es lo que se merece Argentina. Espero que las cosas vayan bien”, continuó el jugador que decidió romper el silencio después de varios meses de no hacer declaraciones.
Con relación al pedido de los hinchas y la necesidad que tiene este grupo de jugadores de ganar una Final luego de haberse quedado en el camino con las tres últimas que se jugaron, Rojo sostuvo que “es lógico que la vara esté alta por el nivel de jugadores que tiene este equipo. Pero estoy esperanzado en poder llegar a la Final y poder ganarla. Estoy con muchas ganas de jugar. El año pasado, cuando me lesioné, en lo primero que pensé fue en el Mundial”, sostuvo el futbolista platense, quien no descarta volver al Pincha dentro de dos años, cuando pase la línea de los 30, siguiendo los pasos de Sebastián Verón.